Actualmente, la Charada Cubana consiste en 100 números que representan a distintos animales, personas, oficios, lugares, situaciones y cosas. Sin embargo, al principio solo contaba con los 36 “bichos” de la Charada China original, la cual se difundió por la isla a partir de 1847, con la llegada de cerca de 125,000 inmigrantes del sur de China para trabajar en los campos de caña de azúcar.
Aquellos trabajadores chinos eran muy pobres y llegaban a Cuba con poco más que lo puesto, pero en sus mentes y corazones atesoraban valiosos conocimientos de su rica y milenaria cultura, que dejaron hondas huellas en la formación de las costumbres e idiosincrasia de los cubanos.
Su influencia más evidente fue en lo culinario, pues los chinos aportaron a la incipiente gastronomía cubana la salsa china (salsa de soja), el arroz blanco, el arroz frito, las frituras de vegetales, las maripositas (empanadillas fritas), la naranja china, el mamoncillo, los frijolitos chinos (judías azuki o hong dou) y la col china, entre otros ingredientes y platos. También introdujeron su particular forma de cocinar, cortando diversos alimentos en trozos diminutos y mezclándolos y salteándolos con rapidez y mucho fuego. Además, en la música popular cubana se puede reconocer la contribución china en la sonoridad de instrumentos tradicionales como la corneta china y la cajita china, que se integraron perfectamente con la percusión africana y con las cuerdas y acordes españoles. Aunque menos conocida, su influencia espiritual en la formación de los cultos mágicos cubanos también fue notable.
La religión más popular entre aquellos culíes chinos que emigraron a Cuba era como un gran arroz frito compuesto por múltiples y variados ingredientes mágicos, religiosos y filosóficos, tomados del chamanismo tradicional de Asia oriental, del budismo, del taoísmo y del confucianismo, y sincretizados a fuego lento durante siglos.
La Charada de 36 animales era un juego de azar y apuestas muy popular en China, pero poseía otro aspecto menos vulgar y conocido: un trasfondo esotérico basado en la astrología china, que, a diferencia del zodíaco occidental, se rige por un calendario lunar que comprende ciclos de 60 años divididos, a su vez, en períodos de 12 años correspondientes, cada uno, a un animal y un signo astrológico.
Cuenta la leyenda que, antes de abandonar definitivamente la Tierra, Buda convocó a todos los animales para despedirse, pero solo acudieron doce. En recompensa, Buda le otorgó a cada año el nombre de uno de aquellos animales, siguiendo el orden en que fueron llegando. El primero fue la Rata, seguido del Buey, luego el Tigre y sucesivamente el Conejo, el Dragón, la Serpiente, el Caballo, la Cabra, el Mono, el Gallo, el Perro y el Cerdo o Jabalí. De esta forma, el año en que una persona nace tiene al animal correspondiente como regente en su vida.
A su vez, cada signo se divide en cinco categorías, correspondientes a los cinco Elementos o Momentos de transformación. Ellos son la Madera, el Fuego, la Tierra, el Metal y el Agua. En consecuencia, según el año, la Rata, por ejemplo, puede ser de Madera, de Fuego, de Tierra, de Metal o de Agua. Asimismo, los 12 signos se dividen en signos yang: la Rata, el Tigre, el Dragón, el Caballo, el Mono y el Perro; y en signos yin: el Buey, el Conejo, la Serpiente, la Cabra, el Gallo y el Cerdo.
Pero la Charada no era el único juego con cimientos del ocultismo chino que llegó a Cuba en aquel tiempo. El famoso Mahjong, cuya versión occidental y mucho más simplificada es el juego de dominó, por ejemplo, en sus inicios era un oráculo de 144 piezas de marfil llamado Ya Pai Shen Po. Este se componía de 34 piezas que se repetían un total de cuatro veces, como los cuatro palos (Oros, Copas, Espadas y Bastos) de la baraja europea o Arcanos Menores del Tarot, más otras cuatro piezas que se repetían solo dos veces, que vendrían a ser como los Arcanos Mayores del Tarot. En total, eran 144 signos combinables para realizar lecturas adivinatorias, como en la cartomancia occidental.
El Chiao Pai es otro antiguo oráculo empleado en las pagodas o templos chinos, combinado con otros sistemas adivinatorios. Su sencillez recuerda a los chamalongos del Palo Monte y a los cuatro cocos de la Ocha Yoruba, ya que sus respuestas se limitan a Sí y No, Verdadero y Falso, o Positivo y Negativo, al igual que en los citados oráculos cubanos.
Para consultarlo, se emplean dos trozos de madera que tienen una de sus caras plana y la otra convexa. La cara plana corresponde al principio yin y la convexa, al principio yang. Tras la pregunta, se arrojan las dos piezas a la vez. Si las dos caras planas caen bocarriba, la respuesta es negativa y significa “detenerse”, “no avanzar”, “no actuar”. En cambio, si las dos caras convexas caen bocarriba, la respuesta es positiva y significa “actuar”, “avanzar”, “hacer”. Pero cuando una de las piezas cae bocarriba y la otra bocabajo, se interpreta como respuesta neutra, indefinida o condicionada, y se recomienda profundizar con otra tirada o repetir la consulta en otra ocasión, semejante a como sucede cuando sale la letra Etawa en una tirada de cocos de la santería cubana.
Quiero decir que, cuando los chinos llegaron a Cuba en el siglo XIX, su mentalidad mágico-religiosa era tan rica y sincrética como la de los africanos de diversas etnias y sus descendientes criollos que poblaban la isla. Por lo tanto, se sintieron identificados espiritualmente e hicieron buenas migas con negros y mestizos. Pese a las paupérrimas condiciones en las que tenían que trabajar y vivir al principio, muchos de aquellos hombres de ojos rasgados y piel amarilla trajeron a sus familias o se casaron con esclavas africanas, a las que previamente compraban y liberaban, y echaron raíces en Cuba.
De aquellas mezclas genéticas surgieron los llamados mulatos chinos, tan apreciados por su gracia y belleza por los cubanos. Estos se criaron en solares y cuarterías de los suburbios de algunas ciudades, especialmente en los extramuros de La Habana, y crecieron codo con codo con los hijos de negros bantués, mandingas, yorubas, ararás y curros (de los que hablaremos con más amplitud en un próximo post) y de blancos pobres, como canarios, andaluces, asturianos y gallegos que emigraron a la isla a inicios del siglo XX en busca de un futuro mejor. Recocinando las tradiciones y creencias de sus padres en un gran ajiaco multicultural y sincrético, emergieron algunos de los más populares géneros musicales y danzarios cubanos, como la Rumba y el Guaguancó, y de las principales reglas o cultos mágico-religiosos practicados a lo largo y ancho de toda la isla, como las reglas Mayombe, Briyumba y Kimbisa del Palo Monte, las reglas yoruba de Ocha e Ifá y la sociedad secreta nigeriana Abakuá.Concluyendo: La influencia de los chinos, especialmente en el juego de la Charada o Bolita durante la primera mitad del siglo XX, fue introduciendo entre los cubanos ciertas nociones ocultistas que faltaban o eran muy básicas en las religiones africanas, como la astrología, la numerología y la oniromancia o adivinación por medio de los sueños, que ayudaron a terminar de dar forma a la tremendamente sincrética espiritualidad cubana.
Números, correspondencias e interpretaciones de la Charada China en Cuba, actualmente:
1. El caballo, sol, tintero, camello, pescado chico
2. La mariposa, hombre, cafetera, caracol
3. El marinero, luna, taza, ciempiés, muerto
4. El gato, boca, soldado, llave, vela, militar
5. La monja, mar, candado, periódico, fruta, lombriz
6. La jicotea, carta, reverbero, botella
7. El caracol, sueño, mierda, medias, caballero
8. El muerto, león, calabaza, mesa
9. El elefante, entierro, lira, cubo, esqueleto, buey
10. El pescado grande, paseo, malla, cazuela, dinero, lancha
11. El gallo, lluvia, fósforo, taller, fábrica
12. La mujer mala, viaje, toallas, cometa, perro grande
13. El pavo real, niño, anafe, chulo
14. El gato tigre, matrimonio, sartén y cementerio
15. El perro, visita, cuchara
16. El toro, plancha, vestido, incendio, funerales, avispa
17. La luna, mujer buena, hule, camisón, armas, opio
18. El pescado chiquito, la iglesia, sirena, palma, gato amarillo
19. La lombriz, campesino, tropa, mesa grande, armadura
20. El gato fino, cañón, camiseta, tibor, libro, mujer
21. El majá, reloj de bolsillo, cotorra
22. El sapo, estrella, chimenea
23. El vapor, submarino, escalera, barco, águila
24. La paloma, música, carpintero, cocina
25. La piedra fina, casa, sol
26. La anguila, calle, médico
27. La avispa, campana, cuchara grande, canario
28. El chivo, bandera, político, uvas, perro chico
29. El ratón, nube, venado
30. El camarón, arco iris, almanaque, buey, cangrejo
31. El venado, escuela, zapatos
32. El cochino, enemigo, mulo, demonio
33. La tiñosa, baraja, santa, Jesucristo, bofetón
34. El mono, familia, negro, capataz
35. La araña, novia, bombillos, mosquito
36. La cachimba, teatro, bodega, coloso
37. La gallina prieta, gitana, hormiga, carretera
38. El dinero, carro, goleta, guantes, barril
39. El conejo, culebra, rayo, baile, tintorero
40. El cura, sangre, bombero, cantina, estatua
41. La lagartija, prisión, pato chico, jubo, capuchino
42. El pato, país lejano, carnero, abismo
43. El alacrán, amigo, vaca, puerta, presidiario y jorobado
44. Año del cuero, infierno, año malo, temporal, tormenta
45. El tiburón, presidente, traje, tranvía, estrella
46. La guagua, humo, hambre, hurón, baile, chino
47. El pájaro, mala noticia, mucha sangre, escolta, rosa
48. La cucaracha, abanico, barbería, cubo
49. El borracho, riqueza, figurín, percha, tesoro, fantasma
50. El policía, alegría, florero, alcalde, pícaro, árbol
51. El soldado, sereno, anteojos, sed, oro, presillas
52. La bicicleta, coche, abogado, libreta
53. La luz eléctrica, prenda, tragedia, diamante, beso, alguacil
54. Flores, gallina blanca, sueño, timbre, cañón
55. El cangrejo, los Isleños, caerse, sellos
56. La reina, merengue, piedra
57. La cama, ángeles, telegrama, puerta
58. Un adulterio, retrato, cuchillo, ferretero
59. El loco, langosta, anillo
60. Sol Oscuro, payaso, cósmico
61. El cañonazo, revolver, boticario
62. El matrimonio, nieve, lámpara, visión, academia, carretilla
63. El asesino, cuernos, espada, bandidos
64. Un muerto grande, tiro de rifle, maromero, relajo
65. La cárcel, comida, bruja, ventana, trueno
66. El divorcio, los tarros, la máscara, el carnaval
67. La puñalada, autoridad, fonda, aborto, zapato
68. Cementerio Grande, globo, cuchillo grande, templo, bolos
69. El pozo, fiera, la loma, vagos, polvorín
70. El teléfono, coco, tiro, barril, bala
71. Río, sombrero, perro mediano, pantera y fusil
72. El ferrocarril, buey viejo, serrucho, collar, cetro, relámpago
73. Un parque, navaja, manzanas, maleta, ajedrez, cigarrillo
74. El papalote, coronel, serpiente, cólera, tarima
75. El cine, corbata, viento, guitarra
76. La bailarina, el humo en cantidad, la caja de hierro, violín
77. Banderas, guerra, colegio, billetes de banco, ánfora
78. El obispo, sarcófago, rey, apetito, lunares
79. Coche de tren, dulces
80. El médico, la buena noticia, la luna llena, paraguas, barba, trompo
81. El teatro, ingeniero, cuerda, actriz
82. La madre, la batea, pleito, muelle
83. La tragedia, la procesión, el limosnero, el bastón, la madera
84. El ciego, sastre, bohío, banquero, cofre, la marcha atrás
85. El reloj, espejo, guano
86. El convento, tijera, desnudar, manguera
87. El baúl, fuego, plátanos
88. Los espejuelos, gusano, vaso, hojas
89. La lotería, agua, la monja vieja, melón
90. El viejo, el espejo grande, el caramelo
91. El tranvía, pájaro negro, bolchevique
92. Globo muy alto, suicidio, Cuba
93. Revolución, sortija, general, joyas, libertad
94. El machete, la mariposa grande, leontina
95. La guerra, alacrán
96. El desafío, periódico, pícaro, zapatos nuevos
97. El mosquito, mono grande, sinsonte, grillo grande
98. El piano, entierro grande, santo
99. El serrucho, carbonero, lluvia
100. El automóvil, Dios, el inodoro
Fin
Saludos a todos y que Nsambi acutare.
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