miércoles, 26 de febrero de 2025

Aprendiendo las firmas de Palo Monte

Tratado Kimbisa de Buey Suelto 1ª parte


La dimamanga o lenguaje de patipembas o firmas del Palo Monte es un lenguaje secreto empleado por los brujos paleros para comunicarse con los espíritus mediante dibujos simbólicos—similares a los del Vudú haitiano—que se trazan en el suelo y sobre algunos objetos litúrgicos del nso nganga o santuario durante los rituales. Este lenguaje se desarrolló en los cabildos congos de la isla de Cuba durante la época colonial, entre los siglos XVI y XIX.

Cada una de las diferentes reglas o ramas paleras—Mayombe, Briyumba, Kimbisa, Chamalongo y Buey Suelto—que surgieron de aquellos cabildos negros cuando, a finales del siglo XIX, fue abolida la esclavitud en la isla, atesora con celo sus patipembas y los métodos para conjugarlas, interpretarlas y aplicarlas eficazmente. A su vez, cada tata posee sus propias variaciones de las firmas originales heredadas de su rama a través de sus padrinos, lo cual va enredando y complicando exponencialmente el aprendizaje de este cautivante idioma esotérico en cada generación y provocando, lógicamente, frustración entre los nuevos ngueyos; especialmente entre los bueyes sueltos que no viven en Cuba y se sienten perdidos a la hora de aprender la dimamanga en solitario. Por eso me propongo, con este artículo o serie, explicar de la forma más sencilla y práctica posible las principales firmas y cómo entenderlas y usarlas.

 

El círculo

El punto o círculo es la figura geométrica más elemental, pues solo contiene una línea o trazo, y simboliza a Kalunga: el infinito vacío original previo al nacimiento de la luz y, al mismo tiempo, el más allá; la oscuridad eterna posterior a la muerte de la luz. Astrológicamente, Kalunga representa al espacio cósmico y, espiritualmente, al mundo de los muertos. Además, se le asocia con el mar, cuya oscura y mortal inmensidad era, a ojos de nuestros primitivos ancestros bantúes, semejante o igual al insondable misterio de la noche y al pavoroso enigma de la muerte; y, por tanto, también corresponde o encarna al elemento agua, fuente de vida y de muerte a la vez; inicio y fin, alfa y omega.

El elemento agua es negativo y femenino, por lo que Kalunga también lo es. Esa es la razón por la que en la dimamanga el círculo puede indicar, dependiendo del contexto en que se utilice o interprete, situaciones, respuestas o entidades negativas, como ndokis (espíritus oscuros) y divinidades acuáticas femeninas, tales como Madre de Agua, Mamá Chola y Ngonda Nkisi.

En las firmas paleras, los pequeños círculos y cruces que se alternan dentro del dibujo señalan las energías o entidades negativas y positivas, respectivamente. Mientras que los círculos grandes suelen formar parte de las patipembas o emblemas propios de mpungus y nkisis de agua. Excepto los grandes círculos que encierran a los demás trazos y elementos, como en el caso de la firma del Cuatro Vientos—un círculo con una cruz dentro—que se emplea para consultar con los chamalongos, y de los círculos que se dibujan alrededor de los oficiantes y participantes para protegerles de las energías y entidades negativas durante los rituales.

La cruz

La cruz es el segundo símbolo básico de las firmas de Palo Monte y representa todo lo opuesto al círculo; es decir, la luz primigenia que rompió la oscuridad eterna y dio origen a nuestro universo, el elemento fuego, la energía positiva y masculina que alumbra la vida, transmuta la materia, insufla el espíritu y enciende la consciencia. Por ende, no es de extrañar que este símbolo luminoso se encuentre presente en todas las culturas prehistóricas y religiones de la antigüedad, asociado al fuego, al sol, a las estrellas y a Dios.

En la dimamanga, las cruces pequeñas que alternan con pequeños círculos indican las fuerzas positivas en contraposición a las negativas, así como las respuestas positivas, verdaderas o afirmativas a las consultas; en tanto que las cruces grandes se forman al cruzar dos líneas o flechas, una vertical y otra horizontal, que, habitualmente, conforman las firmas o emblemas de entidades de fuego masculinas como Nkuyo-Lucero, Nsasi-Siete Rayos, Sarabanda y Lugambé, además del símbolo del Cuatro Vientos.

Si el círculo es siempre negativo, pasivo o receptivo, como las apacibles y expectantes aguas de los óvulos, la cruz que completa al Cuatro Vientos es como el fuego que anima a cada espermatozoide en su odisea por intentar llegar a ellos y fertilizarlos. Este símbolo—el Cuatro Vientos—nos habla de vida, acción, movimiento, espacio y tiempo, ya que nada de eso existía hasta que brotó la luz, y de cómo orientarnos entre los diferentes planos de la realidad.

 

Las flechas

Por lo general, el trazado de las firmas de cualquier obra o ceremonia comienza con una flecha recta troncal o principal en dirección sur-norte. Se empieza desde el extremo inferior, que corresponde a la posición en el espacio del oficiante, y se termina en la punta superior, que señala la posición de la nganga o altar.

Las flechas, tanto las del Cuatro Vientos como las de todas las innumerables firmas conocidas, siempre indican actuación y traslación en el espacio-tiempo. Las flechas horizontales marcan el paso del tiempo: con la punta hacia la izquierda en dirección al pasado, con la punta hacia la derecha en dirección al futuro y con una punta en cada extremo en ambas direcciones, así como la relación entre el agua y el fuego, lo femenino y lo masculino, lo emocional y lo racional, el ying y el yang. Por otro lado, las flechas verticales nos muestran el espacio y los lugares, las metas y los caminos, y la relación entre el aire y la tierra, lo intelectual y lo mundano, lo divino y lo terrenal.

Cuando la flecha vertical apunta hacia arriba indica las preguntas, peticiones y trabajos del brujo hacia los mpungus, nfumbes y demás aliados espirituales que tenga. La flecha vertical hacia abajo representa justo lo contrario, las respuestas, recomendaciones y acciones de esas divinidades aliadas desde el plano astral, donde habitan los dioses y espíritus, en dirección al mundo terrenal de los seres mortales. Cuando la flecha vertical posee dos puntas, una en cada extremo, significa que la acción entre el cielo y la tierra, entre los espíritus y los vivos, entre el tata y sus aliados en el más allá es mutua y se mueve en ambos sentidos.

Las flechas diagonales indican la distancia entre una persona y el cumplimiento de sus sueños u objetivos, o el conflicto entre dos sujetos, sus deseos, actos y objetivos opuestos. Asimismo, pueden representar las obras mágicas aconsejadas por las entidades para vencer enemigos, superar obstáculos y alcanzar metas. Dependiendo de su orientación dentro del Cuatro Vientos, las flechas transversales pueden señalar la trayectoria que deben seguir los nfumbes para llevar los bilongos, macumbas y nkangues recomendados desde la nganga hasta su destino. Encima de estos trazos se colocan los diferentes elementos, sustancias y ofrendas que complementan la receta de dichas obras o trabajos de brujería.

Además, podemos encontrar flechas de todo tipo—verticales, horizontales, diagonales, curvas y serpenteantes—en la composición de las firmas de muchas entidades paleras y de sus hijos (paleros que los tienen como mpungus o nkisis de cabecera). Estas flechas enfatizan determinados números distintivos, como, por ejemplo, siete flechas en la patipemba de Siete Rayos o cinco en la firma de Mamá Chola. También pueden simbolizar ciertos elementos y factores, como rayos, tridentes, astros, cuatro vientos, mpakas o cuernos, ñocas o serpientes, entre otros.

La ñoca, majá ó 21

La flecha serpenteante simboliza a mboma ñoca, la enorme boa endémica de Cuba que puede llegar a medir hasta seis metros de largo. Esta serpiente es adorada como encarnación animal de una mboma, misterio o divinidad acuática, tanto por los aborígenes taínos como por los congos que más tarde llegaron a la isla como esclavos y, posteriormente, por sus descendientes criollos, quienes la conocen como Madre de Agua. En la charada china—juego o sorteo basado en la astrología y el esoterismo tradicional chino, de gran popularidad en Cuba desde mediados del siglo XIX y con significativa influencia en la formación de los cultos sincréticos afrocubanos—mboma ñoca corresponde al número 21, cargado de simbolismo y poder mágicos. En el Palo Monte, se le considera uno de los ngandos o poderes fundamentales de los nkisis Madre de Agua y Sarabanda—prendas que también son autóctonas de Cuba—y además puede aparecer en algunas firmas emblemáticas de Mamá Chola, Kobayende y Cabo Ronda, pues la serpiente no solo es un símbolo acuático, sino que también está asociada a la medicina y a la justicia.

En las patipembas de los trabajos, la ñoca o flecha serpenteante suele ser el último ideograma y se traza por encima del resto de la firma, indicando la salida o despedida de los nfumbes encargados de llevar la obra a su destino. A esta parte final del ritual se le llama “arrear al muerto” y consiste en colocar fula (pólvora mezclada con ciertos polvos y sustancias) cubriendo el dibujo de la flecha y, a continuación, prendiéndole fuego para detonarla y hacer salir disparados a los nfumbes en dirección a su misión. Aunque la fula también se puede colocar en la flecha tronco, especialmente si la firma no lleva ñoca.

En el diseño de algunas patipembas más enrevesadas, que corresponden a obras más complejas e incluyen la realización de varios trabajos más pequeños y la participación de diversas entidades mágicas y espirituales, como en el caso de las firmas necesarias para llevar a cabo un rayamiento o iniciación, o para montar y consagrar un nuevo fundamento, que abarcan distintos ritos, despojos, mambos (cantos y rezos), oblaciones, etc., es posible detectar más de una ñoca secundaria alrededor de otra flecha serpenteante de mayor tamaño, representando los “arreamientos” previos al último y principal. Sin embargo, no ahondaremos en esas firmas en esta introducción a la gráfica secreta de los muertos, pues pertenecen a un nivel superior.

La estrella o lucero

Dos cruces cruzadas entre sí forman una estrella de ocho puntas, un símbolo que, dependiendo de las circunstancias rituales, puede representar a las estrellas en general o a un astro en concreto, como el Sol o el planeta Venus, excepto la Luna, que posee su propio ideograma.

Cuando se traza en el fondo de la cazuela o caldero de una nueva prenda, el signo de la estrella se llama “firma del sello” y simboliza a Nsambi, el dios Sol que alumbró la creación del universo. Sus rayos se extienden hasta el infinito en las ocho direcciones o puntos cardinales, y su fuerza es esencial para fundamentar todas las ngangas.

Si vemos una sola estrella de ocho puntas dentro de otra firma mayor, por lo general representa a Lucero, el planeta Venus, en relación con el mpungo Nkuyo. Pero si aparecen varias estrellas dentro del dibujo, indican la influencia de otros astros sobre las situaciones y obras presentes. Esto depende de la estación del año, la hora en la que se esté trabajando, o de los mpungus de cabecera del Tata o de la persona a la que se quiere ayudar.

Es importante destacar que a cada mpungu le corresponden uno o varios astros:

- Nkuyo Lucero: el planeta Venus(apodado Lucero del Alba, Lucero Madrugada, Lucero Prima, etc.) y el planeta Mercurio.

- Nsasi Siete Rayos: el planeta Júpiter y el Sol.

- Sarabanda: el planeta Marte y el Sol.

- Watariamba Cabo Ronda: Saturno y Marte.

- Kobayende: Mercurio y Neptuno.

- Tiembla Tierra: Saturno y Venus.

- Kalunga Madre de Agua: la Luna y Neptuno.

- Chola Wengue: Venus y la Luna.

- Mariwanga Centella Ndoki: Marte y Júpiter.


La Luna

Ngonda, la Luna, el planeta mágico por excelencia cuyo poder altera las mareas y el comportamiento de las personas, no se representa con una estrella, ya que posee sus propios ideogramas para reflejar las distintas fases lunares y su influencia sobre nuestro mundo. Además, Ngonda Nkisi es una prenda antigua que se monta con matari de meteorito, al igual que Lucero, pero en versión femenina. Según algunas yayas de la vieja guardia que todavía atesoran su secreto, es considerada su propia hermana pequeña.

 

El triángulo

El triángulo es una figura geométrica de fuerte simbolismo esotérico asociado al elemento fuego que aparece en muchísimas firmas paleras. Cuando lo encontramos con una punta hacia arriba, como una pirámide, suele representar a Nkuyo Lucero y la relación de la tierra con el cielo, de lo material con lo espiritual. Por otro lado, el triángulo invertido indica lo contrario: las influencias del cosmos sobre nuestro planeta, de los mpungus, karires y nfumbes sobre los mortales. También puede simbolizar algunos animales totémicos o de sacrificio, como toros, bueyes, ciervos y cabras.

 

El cuadrado

Las figuras geométricas cuadradas o rectangulares generalmente corresponden al elemento tierra en relación con el aire, como en el caso del mpungu Tiembla Tierra y del avatar o camino de Watariamba llamado Mundo Nuevo (la cárcel). También se emplean para describir la disposición del nso nganga o templo y el amarre de sus cuatro esquinas, así como para señalar otras edificaciones, como locales comerciales, viviendas, iglesias, mercados, hospitales, cementerios, etc.

 

El rombo

El cuadrado invertido, rombo o diamante corresponde al elemento aire y al mpungu Kobayende. Este símbolo también puede aparecer en las firmas de karires, ya que algunos de sus ideogramas contienen dos triángulos. De hecho, muchos paleros consideran a Kobayende como un karire más, ya que gobierna las epidemias, enfermedades y otras plagas fatídicas. Incluso algunos creen que es, junto a Lugambé, Lukankasi y Kadiampembe, uno de los cuatro jinetes del apocalipsis.

Debido a su relación con Kobayende y las fuerzas que gobiernan la salud y la muerte de las personas, el diamante también puede simbolizar o anunciar la muerte o, por el contrario, una salvación casi milagrosa.

Además, muchos paleros emplean el rombo representando al corazón en sus nkangues o amarres de amor y en el dibujo de las firmas para montar y consagrar resguardos de protección y talismanes mágicos, como los nchilas (vocablo congo que significa corazón, poder o amuleto) y los makutos.

Más información sobre el montaje de los resguardos de palo monte en: https://palomontenegro.blogspot.com/2024/07/como-se-monta-un-resguardo-de-palo-monte.html.

 

El remolino

La figura de la espiral o remolino corresponde al elemento aire en relación con el fuego y la tierra, simbolizando fenómenos atmosféricos destructivos como tornados y tormentas de rayos y centellas, y al mpungu Mariwanga-Centella Ndoki. Puede aparecer en sus firmas emblemáticas y en las de sus obras, pero también podemos encontrarla en patipembas de trabajos regidos por otras entidades, representando el concepto de rebambaramba, vira mundo o revolución cuando es preciso enfrentar (la flecha del remolino apunta hacia la derecha) o provocar (la flecha apunta hacia la izquierda) una situación caótica y, a veces, violenta.

 

Los signos de chamalongos

Los signos del Palo Monte corresponden a los innumerables posicionamientos que pueden adoptar cuatro chamalongos al caer sobre la firma del Cuatro Vientos durante una consulta, de los cuales 16 constituyen los signos básicos (ver https://palomontenegro.blogspot.com/2024/07/los-16-signos-basicos-de-chamalongo.html) y el resto sus combinaciones (ver https://palomontenegro.blogspot.com/2023/01/vititi-chamalongo-montenegro-tratado.html).

Cabe destacar que a cada una de las principales entidades paleras—mpungus, nkisis, nkuyos, nfumbes y karires—le corresponde uno o varios de los 16 signos básicos, como se puede apreciar en el gráfico, los cuales a menudo aparecen dentro de sus patipembas emblemáticas y también, por extensión, en las firmas personales de sus “hijos”.

Los signos se pueden anotar dentro de una cruz (visible o imaginaria), ordenados de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, o de forma lineal, ordenados de izquierda a derecha, como se muestra en la imagen.

 

Las firmas básicas

A continuación, veremos una serie de firmas básicas emblemáticas de las principales entidades paleras. Estas patipembas sirven para distinguir los signos de cada mpungu. Están compuestas por un signo básico dentro de una cruz, círculo, triángulo, cuadrado o rombo, según su elemento correspondiente.

Las patipembas de las diversas obras de cada mpungu o nkisi nacen de sus firmas emblemáticas básicas, a las que se van añadiendo nuevos elementos, signos, flechas, ñocas, etc., para reflejar la naturaleza de los trabajos (consultas, limpiezas, sanaciones, abrecaminos, amarres, makumbas, consagraciones, pactos, etc.) y su orientación en el espacio-tiempo, como iremos viendo a continuación.













continuará…

Saludos a todos y que Nsambi acutare!

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5 comentarios:

Eshuoddara dijo...

SI Padre excelente su trabajo así uno se desenvuelve mejor con las nsaras usted utiliza una firma para hacer las mambas me imagino utiliza la de ngurrufinda?

Eshuoddara dijo...

A los prácticantes de la Regla Kimbisa Santo Cristo del Buen Viaje con esta guía que nos proporciona mejoramos las misma y nos conectamos mucho más con nuestros bakulus que tanto han luchado por mantenerlas en el tiempo agradecido

Padre Montenegro dijo...

Gracias mijo. A ver, a nivel básico está bien pensado usar una firma de Ngurufinda para hacer una mamba, si no tienes otra a mano, pero en realidad cada mpungu tiene sus yerbas y sus mambas , así como sus firmas y deberían incluirlas. Fíjate en los posts sobre cómo montar distintas ngangas que cada nkisi lleva sus propias yerbas y, por tanto, se pueden hacer mambas y sakulas con las firmas del mpungu que rige el trabajo. De todas formas, en la segunda parte de este tratado incluiré firmas específicas para mambas y sakulas. Mientras tanto, en estos enlaces encontrarás más información sobre el tema: https://palomontenegro.blogspot.com/2013/09/buey-suelto-8-makuto-mamba-y-sakula.html, y https://palomontenegro.blogspot.com/2013/07/buey-suelto-7-nkunias-nfitas-y-musangas.html.

Eshuoddara dijo...

Si supiera Padre que utilizo una que tengo de Mamá Ungundu y pensaba agregarle la del Mpungu encargado de la Nsara confirma lo que tenía pensado o más bien lo que mis espiritualidades me habian transmitido Saludos y bendiciones 🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏

Padre Montenegro dijo...

Debo aclarar que existen varias kimbisas. Al menos tres conocidas: En primer lugar la kimbisa original que nació como rama de Mayombe, pero con gran influencia del vudú o palo monte haitiano practicado en el oriente de Cuba. En segundo lugar, la regla kimbisa del santo Cristo del buen viaje fundada en La Habana por Andrés Petit-que era kimbisero(y muy probablemente hijo de un haitiano, de ahí su apodo Petit), además de ñáñigo y santero- que nació como rama de la kimbisa original pero con marcadas influencias de la Ocha, Abakuá, el catolicismo y la masonería-que fueron los grandes aportes de Petit al palo monte, además de iniciar por vez primera a mulatos y blancos criollos en los secretos congos y ñáñigos-. Y en tercer lugar la nueva kimbisa, a la que he dedicado varios posts. La primera se sigue practicando en Cuba, aunque con muchas influencias de Briyumba y Ocha; la kimbisa de Petit desapareció como regla en los años 60, aunque quedaron muchos de sus miembros en la isla y otros que emigraron a América y Europa y tuvieron descendencia religiosa-ahijados-, como yo.
Es decir, que lo que se practica actualmente como kimbisa, tanto dentro como fuera de Cuba, es una mezcla de elementos de las tres kimbisas con aportes de otras reglas y cultos. En el caso específico de los kimbiseros que vivimos en el extranjero, cubanos y de otros países, se puede decir que todos somos bueyes sueltos. Somos Kimbisa Buey Suelto. Nsambi acutare mijo