martes, 29 de diciembre de 2020

La Letra Del Año Del Padre Montenegro: 2021



Como todos mis seguidores sabrán, hace años que dejé de publicar las letras o predicciones para el año próximo que realizan las asociaciones de Babalawos de Cuba y de Miami; ya que están tan politizadas  que no son dignas de confianza; por lo que he decidido compartir con ustedes mis propias predicciones para el año 2021.

Si hacemos historia descubriremos que la letra del año es un invento cubano del siglo XX que los pueblos yoruba de Africa no manejaban ni podían manejar; teniendo en cuenta que carecían de escritura y que su concepto del tiempo no contemplaba el futuro a largo plazo. El tiempo para los yorubas originales se limitaba a pasado y presente nada más. Sus predicciones sobre el futuro no pasaban del ámbito de su aldea y no llegaban más allá de días o semanas y se consideraban extensiones del presente. Se que parece inconcebible una sociedad que no cree en el futuro, pero así eran la mayoría de las culturas de la antigüedad hasta que desarrollaron la escritura. Creían que el verdadero tiempo era el pasado mitológico vivido por sus dioses y que el presente de las personas solo era un reflejo del mismo.

Y tenían sus razones para pensar así. Los africanos vivieron miles de años sin necesidad de hacer cambios en su tecnología y forma de vida; ya que la naturaleza cálida y exuberante del continente negro les permitía vivir cómodamente cazando y recolectando  sin preocuparse por los crudos inviernos ni la escasez de alimentos que obligaron a evolucionar con celeridad a las civilizaciones del norte de Europa, Medio Oriente y Asia. Vivían en el paraíso y no temían por el mañana hasta que chocaron con civilizaciones más avanzadas, como los egipcios ( que no eran africanos, sino descendientes de persas de piel clara y grandes ojos que se asentaron a orillas del Nilo ), griegos y romanos de la antigüedad, y más tarde con los reinos medioevales europeos.

Por otra parte, la religión yoruba está casi desaparecida en Africa a causa del cristianismo y el islamismo; que actualmente son las religiones mayoritarias en el continente negro; mientras que en América está cada día más viva. Por eso las nuevas costumbre y ritos yorubas desarrollados en America, como la ceremonia de la letra del año, son válidos aunque no se hayan creado en el continente africano. Otra cosa es que sus predicciones no sean del todo confiables por culpa de la política. Los babalawos de Cuba temen a la dictadura castrista y nunca auguran ninguna amenaza contra ella; al contrario que los sacerdotes de Ifá de Miami, que cada año anuncian inminentes rebeliones en la isla que nunca se producen. En ese sentido resulta más confiable la letra del año del Candomblé de Brasil, pese a que no habla de Cuba ni de los cubanos en específico.

Dicho esto les presento mis propias predicciones para el 2021 obtenidas combinando tiradas de caracoles de Ocha y de chamalongos de Palo Monte con trances e inspiraciones espirituales:

2021 será el año de la esperanza y de la resurrección, regidos por Kobayende y Oshún. Pero no se trata de esperanza para los humanos solamente, sino también y sobre todo para el planeta, los animales y las plantas. La resurrección será de la naturaleza, de los bosques y de algunas especies que se creían extinguidas.

Los billones de mascotas acumuladas en las grandes urbes provocarán y transmitirán nuevas enfermedades a los humanos.

Se producirán grandes migraciones del sur hacia el norte, del este hacia el oeste y de las ciudades al campo en todo el mundo, provocados por la superpoblación, las enfermedades contagiosas y las crisis económicas y sociopolíticas. Grandes masas humanas tratarán de derribar las fronteras hacia Norteamérica y se producirán enfrentamientos armados entre civiles. La economía de Europa seguirá contrayéndose; especialmente en España, Grecia e Italia.

En Cuba todo seguirá de mal en peor, cómo siempre.

La humanidad será diezmada por enfermedades, cataclismos climáticos, guerra, violencia y pobreza; pero será positivo para la naturaleza, la ecología y el desarrollo científico y espiritual; porque los gobiernos del mundo tendrán que empezar a aparcar sus diferencias y arrimar el hombro por la salvación de este planeta.

Además de los virus, el cáncer y los infartos, serán las enfermedades nerviosas las que más estragos causarán en la población. Mucha gente se suicidará o enloquecerá de soledad y desesperación; pero también muchas personas encontrarán un nuevo rumbo para sus vidas en armonía con la naturaleza. Las grandes ciudades están en decadencia por la superpoblación, las enfermedades, el terrorismo, el crimen y la contaminación, y vivir en ellas ya no es agradable ni realmente productivo. Habrá más recursos en el campo y en la costa que en las metrópolis. Muchas zonas despobladas volverán a poblarse y renacerán los bosques y los lobos.

Los jóvenes tendrán que aprender por su cuenta las cosas que no enseñan en las escuelas. Qué los padres no se asusten si los hijos abandonan los estudios para marcharse al monte.

Se descubrirán señales de la posible existencia de otra civilización inteligente en nuestra galaxia, y nuevos organismos vivos o mutaciones en nuestro propio planeta.

Habrá una disminución alarmante en todo el orbe de la Fe religiosa, de la confianza en los gobernantes, del amor entre las personas y del optimismo en general, que provocarán revueltas, enfrentamientos con las autoridades y millones de divorcios en muchos países. 

De entre los niños que nazcan en 2021 habrá uno que llegará a convertirse en un gran líder espiritual, diferente a todos los anteriores.

A nivel individual, se aconseja a las personas que no tengan animales en las ciudades; que no maltraten a ningún animal; que se rodeen de plantas y flores; que aprendan un oficio útil y natural que puedan ejercer libremente y en cualquier parte, como agricultura, carpintería, albañilería, pesca, metalurgia, costura, etc; que viajen por tierra o por mar, pero no en avión; que inviertan en tierras y no en casas; que no especulen en bolsa; que no gasten dinero en cosas superficiales o efímeras; que ahorren una parte de todo lo que ganen; que no se dejen embaucar por promesas políticas ni engañar por desconocidos; que no le aguanten una falta de respeto a nadie ni se dejen tocar la cabeza; y que eviten la gordura, el sedentarismo, los colores negro y morado o violeta y la ropa con rostros impresos de gente muerta.

Obra: Para protegerse de los males y desgracias por venir y abrir los caminos de par en par y en todas direcciones, hay que visitar el monte y bañarse en un río en los primeros 21 días del año, tras las debidas ofrendas a Ngurufinda, Lucero, Kobayende y Mamá Chola ( Oshún En Ocha ) de miel de abejas, miel de caña, 17 monedas de cobre, 4 puros de tabaco, aguardiente de caña y sacrificios de un gallo negro a la entrada y de un gallo blanco a la salida.

Les deseo lo mejor a todos en este nuevo año 2021 y que Nsambi acutare!



miércoles, 23 de diciembre de 2020

Ángeles De La Guarda Y Espíritus Guías

¿Qué diferencias existen entre ángeles de la guarda y espíritus guías o tutelares? Mucha gente me lo pregunta en las consultas y hoy quiero aclarar el tema; ya que existe bastante confusión sobre el mismo.

El concepto de ángel de la guarda tiene su origen en el judaísmo y continuó transformándose a través del cristianismo hasta nuestros días e influyendo en otras religiones y cultos, como los afrocubanos. 

Para los hebreos los ángeles de la guarda eran entidades similares a los antiguos dioses del Olimpo que se inmiscuían a su antojo en los conflictos y guerras de los griegos para favorecer a sus favoritos; fabulosos y alados guerreros de luz enviados por Yahveh para proteger el camino o destino de determinadas personas en momentos clave de la historia del pueblo hebreo; pero con la escisión del cristianismo y su propagación por el mundo, los ángeles de la guarda dejaron de ser propiedad exclusiva del imaginario judío y se multiplicaron y transformaron hasta llegar a existir uno por cada ser humano sobre la tierra.

Para los católicos españoles, portugueses y franceses que conquistaron el Caribe y América del Sur, Dios asigna un angel de la guarda a cada cristiano para que lo vigile a cada instante y evite que se desvíe del sendero del bien, que se manifiesta como la consciencia o voz interior que todos tenemos dentro; la cual nos advierte del mal y nos atormenta con remordimientos y culpa por nuestros errores y pecados. Incluso los esclavos africanos que bautizaban y “salvaban” en la fe de Cristo podían tener su propio ángel de la guarda, les decían; siempre que les susurrara valores y virtudes cristianas y no les tentara con rebelarse o escapar al monte. 

Pero los esclavos tenían su propia manera de interpretar las cosas de los blancos y en secreto continuaron venerando a su espíritus ancestrales y protectores en la forma de los ángeles de la guarda cristianos. De igual modo que camuflaron a los orishas yorubas y a los mpungus bantúes con los santos y vírgenes católicos para conservarlos, fundieron a los égguns y nfumbes de Africa con los ángeles de la guarda europeos y con otros conceptos que fueron descubriendo en el Nuevo Mundo, como los espíritus guías y de cordón del espiritismo.

Y esa es la razón de que, a día de hoy, en Cuba le llamen ángel de la guarda lo mismo al ángel vigilante y moralista de los católicos que al espíritu protector de los ancestros; ya sean yorubas, congos, indios, europeos o criollos ( o incluso vikingos, ya que las cortes espiritistas abarcan todas las eras del mundo ); porque se han mezclado tanto en los últimos siglos que ya no se sabe con certeza dónde termina uno y empiezan los otros.

Pero lo cierto es que los ángeles son exclusivos de la tradición judeocristiana y no existen en las culturas yoruba y bantú. Cuando un religioso afrocubano menciona a los ángeles de la guarda, en realidad se refiere a los espíritus guías de familiares y benefactores que nos protegen y orientan desde el más allá. Esos égguns y nfumbes no son ángeles, ni santos, ni orishas, ni mpungus o tótems, sino difuntos que han alcanzado cierto nivel de Luz o evolución espiritual que les permite iluminar a los vivos.

Tampoco debemos confundir a los espíritus guías con los nfumbes del Palo Monte. Aunque ambos son espíritus, los nfumbes no han alcanzado la Luz, viven en las tinieblas del plano Astral y se alimentan con materia ( sangre, licores, tabaco, café, etc ); mientras que los espíritus guías o de cordón son almas libres sin apego por las cosas terrenales. A diferencia de los nfumbes, su ayuda es siempre desinteresada.

Tanto los ángeles de la guarda como los espíritus guías son entidades ligeras y luminosas a las que es inútil pedir favores mundanos como amarres, venganzas y riquezas. A ellos se les pone un vaso o copa de agua y una vela o un incienso para saludarlos, y se les ruega salud y claridad mental para uno mismo y bendiciones para nuestros seres queridos. Ofrendarles menga ( sangre ) y licores tendrá el efecto opuesto al deseado; les ofenderá y ahuyentará.

¡Feliz navidad para todos y que Nsambi acutare!

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