jueves, 13 de mayo de 2021

El Mal De Ojo

De igual forma que el cuerpo físico está expuesto en todo momento a infinidad de peligrosas e invisibles partículas; como las bacterias y los microbios; para el cuerpo astral o espiritual existe la amenaza constante de los espíritus malignos, la brujería y el mal de ojo. Este último es una manifestación natural del mal que se produce a través de los ojos; que son las ventanas del alma. Las energías negativas de la gente pueden salirse por los ojos y contagiar a quien se observa; especialmente cuando se hace con envidia, rencor u otros malos sentimientos. Las miradas de las personas enfermas, pervertidas, malditas o marcadas de algún modo por el mal o la desgracia, pueden causar diversos daños si se enfocan sobre otros individuos con cierta intensidad.

Existen varias formas de mal de ojo. De manera inconsciente, el agresor piensa en alguien y lo juzga. El poder de su mirada puede afectar a la víctima con diversas dolencias, malestares o mala suerte en los días posteriores. El mal de ojo provocado de manera semiconsciente es aquél que realizan personas que miran mal y juzgan a los demás deseándoles la desgracia. Se suelen llamar inconscientes porque generalmente las personas que lo producen no conocen el poder mental que tienen. Por último, el de manera consciente es el más peligroso de todos, ya que la persona que lo produce es consciente de su poder y lo emplea con alevosía. 

La palabra griega "envidia" viene de la expresión "aquella que nos mira con mal ojo" y de ahí el mal de ojo; del cual los griegos protegían a los jóvenes marcando sus frentes con barro o cieno.

Mal que bien, los adultos tenemos trucos para protegernos del mal de ojo; que generalmente usamos sin darnos cuenta, de forma automática; como contener la respiración o desviar la mirada de los ojos de los individuos que nos dan mala espina; pero los niños, debido a su inocencia, no poseen aún esas habilidades y son muy vulnerables al mal de ojo; por lo que deben ser protegidos siempre. Cómo están aún más indefensos cuando duermen, los padres no deberían permitir que extraños observen a sus bebés dormidos. En cualquier caso, un pedacito de ceiba con una cinta roja o un imperdible de plata con un ojo azul de cristal junto a la cuna protegerán del mal de ojo a la criatura.


















Otros talismanes que funcionan contra el mal de ojo son un trozo de azabache o de coral rojo, o un diente de perro; poderosos y benéficos ingredientes mágicos que no faltan en la confección de makutos y nchilas; los resguardos o amuletos de protección y buena suerte que portamos los practicantes y creyentes del Palo Monte. 

También el ajo y el alcanfor protegen contra el mal de ojo y ahuyentan a las entidades oscuras, y cruzar los dedos o hacer la higa(enseñar el dedo del medio) o un corte de manga(gesto procaz y soez con una mano en el interior del codo y el brazo con el puño en alto) a quién nos mire mal.

El célebre palero Andrés Petit, fundador de la Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje, afirmaba que no hay mejor defensa contra el mal de ojo que la oración a San Luis Beltran. Cuentan que la llevaba siempre consigo y se la escribía de memoria a cualquiera que se la pidiera, y que ése papel, escrito de puño y letra por el gran brujo, sí se doblaba siete veces en forma de triángulo y se guardaba en el bolsillo o en la cartera, actuaba como un poderoso resguardo contra todo mal.

Lo de usar textos sagrados como protección también lo hacen los musulmanes, que se protegen de las miradas envidiosas o infieles con fragmentos del Corán cocidos al forro de sus ropas para que no se vean, pues los amuletos son contrarios a la ortodoxia islámica; y los taoístas chinos, que escriben sus hechizos en el aire o en papeles que luego queman.

En el antiguo Egipto se empleaba el “Ojo de Horus” como protección contra el mal de ojo, y de ése símbolo proviene el ojo dentro de un triángulo de los masones, el ojo de cristal azul llamado nazar que usan los turcos y griegos, y el ojo con una lengua atravesada por un cuchillo que tanto se ve en las casas humildes de Latinoamérica, para ahuyentar el mal de ojo y las malas lenguas. Otra forma de crear mal de ojo, según la cultura popular guatemalteca, es que cargue al recién nacido alguien en estado de ebriedad. En Centroamérica suele recurrirse a una piedra llamada ixahi, la cual se utiliza para absorber el mal de ojo al frotarla en el cuerpo. Una vez hecho esto, es necesario tirarla. Y en Perú, se acostumbra llevar en la muñeca del niño, una semilla frutal amazónica llamada Wayruru, para protegerlo de los espíritus ocasionantes del mal de ojo. 












En la antigua Roma, a las personas que eran conocidas por la fuerza maligna de sus miradas se les pagaba bien por maldecir a los enemigos de sus clientes. Por el contrario, en la Edad Media se les perseguía y cualquier infeliz con estrabismo podía acabar quemado en la hoguera. Actualmente se considera superstición el mal de ojo y la policía no hace caso a denuncias de esa clase en ninguna parte, pero quizás por esa razón nunca antes se habían vendido tantos amuletos contra el mal de ojo en todo el mundo como en los tiempos modernos. 

No obstante a que la ciencia aún no tiene una explicación para este fenómeno, y por tanto lo niega, a las personas se nos sigue erizando la piel cuando un extraño nos observa por la espalda o alguien nos halaga demasiado, y no es extraño que con el tiempo se confirme que era mala persona alguien que nos desagradaba sin razón evidente. Y es que, por muchos siglos siglos y revoluciones del pensamiento que pasen, la intuición natural -nuestro espíritu o voz interior- continuará avisándonos de los peligros que nos acechan mucho antes de que éstos sean visibles para la mente racional. Aunque no encontremos una conexión lógica entre la sensación de peligro que experimentamos y la mirada de cierto individuo, no debemos desoír a nuestra intuición cuando nos alerta.


ORACIÓN A SAN LUIS BELTRÁN

Criatura de Dios, te exorcizo, trato y bendigo en nombre de la Santísima Trinidad
Padre, Hijo, y Espíritu Santo,
Tres personas diferentes y una única esencia verdadera:
y de la Virgen María, Nuestra Señora,
concebida sin la mancha del pecado original.
Virgen antes de dar a luz,
durante el parto V, y después de dar a luz V,
por la gloriosa Santa Gertrudis,
tu esposa concedida y amada,
por las Once Mil Vírgenes,
por san José, San Roque y San Sebastián,
y por todos los santos de tu corte Celestial,
por tu Muy Gloriosa Encarnación,
Muy Glorioso Nacimiento,
Muy Gloriosa Pasión,
Muy Gloriosa Resurrección,
y Divina Ascensión.
Por tan altos y sagrados misterios que yo de verdad creo, ruego a tu Divina Majestad,
poniendo como intercesora a ti Divina Madre,
Nuestra Abogada,
que liberes y cures a esta afligida criatura
de cualquier enfermedad, mal de ojo, dolor, accidente, o fiebre, o cualquier otra herida o mal o enfermedad,
Amén Jesús.
Sin mirar a la persona indigna que preferiría tales sacrosantos misterios, con tal buena fe te ruego a ti, oh Señor,
por tu mayor gloria y por la devoción de aquellos aquí presentes,
que con tu piedad y merced,
cures o liberes de esta herida, aflicción, dolor, humor, enfermedad, alejándolo de este sitio y lugar.
Y que tu Divina Majestad no permita
que le sobrevenga accidente, corrupción, o herida ninguna, dándole salud, para que, con ella,
pueda servirte y realizar tu Más Sagrada Voluntad. Amén Jesús.
Te exorcizo y trato,
y Jesucristo Nuestro Señor te cura, te bendice,
y permite que se haga su Divina Voluntad. Amén Jesús. Consumatum est, Consumatum est, Consumatum est.


Saludos a todos y que Nsambi acutare,