martes, 29 de diciembre de 2020

La Letra Del Año Del Padre Montenegro: 2021



Como todos mis seguidores sabrán, hace años que dejé de publicar las letras o predicciones para el año próximo que realizan las asociaciones de Babalawos de Cuba y de Miami; ya que están tan politizadas  que no son dignas de confianza; por lo que he decidido compartir con ustedes mis propias predicciones para el año 2021.

Si hacemos historia descubriremos que la letra del año es un invento cubano del siglo XX que los pueblos yoruba de Africa no manejaban ni podían manejar; teniendo en cuenta que carecían de escritura y que su concepto del tiempo no contemplaba el futuro a largo plazo. El tiempo para los yorubas originales se limitaba a pasado y presente nada más. Sus predicciones sobre el futuro no pasaban del ámbito de su aldea y no llegaban más allá de días o semanas y se consideraban extensiones del presente. Se que parece inconcebible una sociedad que no cree en el futuro, pero así eran la mayoría de las culturas de la antigüedad hasta que desarrollaron la escritura. Creían que el verdadero tiempo era el pasado mitológico vivido por sus dioses y que el presente de las personas solo era un reflejo del mismo.

Y tenían sus razones para pensar así. Los africanos vivieron miles de años sin necesidad de hacer cambios en su tecnología y forma de vida; ya que la naturaleza cálida y exuberante del continente negro les permitía vivir cómodamente cazando y recolectando  sin preocuparse por los crudos inviernos ni la escasez de alimentos que obligaron a evolucionar con celeridad a las civilizaciones del norte de Europa, Medio Oriente y Asia. Vivían en el paraíso y no temían por el mañana hasta que chocaron con civilizaciones más avanzadas, como los egipcios ( que no eran africanos, sino descendientes de persas de piel clara y grandes ojos que se asentaron a orillas del Nilo ), griegos y romanos de la antigüedad, y más tarde con los reinos medioevales europeos.

Por otra parte, la religión yoruba está casi desaparecida en Africa a causa del cristianismo y el islamismo; que actualmente son las religiones mayoritarias en el continente negro; mientras que en América está cada día más viva. Por eso las nuevas costumbre y ritos yorubas desarrollados en America, como la ceremonia de la letra del año, son válidos aunque no se hayan creado en el continente africano. Otra cosa es que sus predicciones no sean del todo confiables por culpa de la política. Los babalawos de Cuba temen a la dictadura castrista y nunca auguran ninguna amenaza contra ella; al contrario que los sacerdotes de Ifá de Miami, que cada año anuncian inminentes rebeliones en la isla que nunca se producen. En ese sentido resulta más confiable la letra del año del Candomblé de Brasil, pese a que no habla de Cuba ni de los cubanos en específico.

Dicho esto les presento mis propias predicciones para el 2021 obtenidas combinando tiradas de caracoles de Ocha y de chamalongos de Palo Monte con trances e inspiraciones espirituales:

2021 será el año de la esperanza y de la resurrección, regidos por Kobayende y Oshún. Pero no se trata de esperanza para los humanos solamente, sino también y sobre todo para el planeta, los animales y las plantas. La resurrección será de la naturaleza, de los bosques y de algunas especies que se creían extinguidas.

Los billones de mascotas acumuladas en las grandes urbes provocarán y transmitirán nuevas enfermedades a los humanos.

Se producirán grandes migraciones del sur hacia el norte, del este hacia el oeste y de las ciudades al campo en todo el mundo, provocados por la superpoblación, las enfermedades contagiosas y las crisis económicas y sociopolíticas. Grandes masas humanas tratarán de derribar las fronteras hacia Norteamérica y se producirán enfrentamientos armados entre civiles. La economía de Europa seguirá contrayéndose; especialmente en España, Grecia e Italia.

En Cuba todo seguirá de mal en peor, cómo siempre.

La humanidad será diezmada por enfermedades, cataclismos climáticos, guerra, violencia y pobreza; pero será positivo para la naturaleza, la ecología y el desarrollo científico y espiritual; porque los gobiernos del mundo tendrán que empezar a aparcar sus diferencias y arrimar el hombro por la salvación de este planeta.

Además de los virus, el cáncer y los infartos, serán las enfermedades nerviosas las que más estragos causarán en la población. Mucha gente se suicidará o enloquecerá de soledad y desesperación; pero también muchas personas encontrarán un nuevo rumbo para sus vidas en armonía con la naturaleza. Las grandes ciudades están en decadencia por la superpoblación, las enfermedades, el terrorismo, el crimen y la contaminación, y vivir en ellas ya no es agradable ni realmente productivo. Habrá más recursos en el campo y en la costa que en las metrópolis. Muchas zonas despobladas volverán a poblarse y renacerán los bosques y los lobos.

Los jóvenes tendrán que aprender por su cuenta las cosas que no enseñan en las escuelas. Qué los padres no se asusten si los hijos abandonan los estudios para marcharse al monte.

Se descubrirán señales de la posible existencia de otra civilización inteligente en nuestra galaxia, y nuevos organismos vivos o mutaciones en nuestro propio planeta.

Habrá una disminución alarmante en todo el orbe de la Fe religiosa, de la confianza en los gobernantes, del amor entre las personas y del optimismo en general, que provocarán revueltas, enfrentamientos con las autoridades y millones de divorcios en muchos países. 

De entre los niños que nazcan en 2021 habrá uno que llegará a convertirse en un gran líder espiritual, diferente a todos los anteriores.

A nivel individual, se aconseja a las personas que no tengan animales en las ciudades; que no maltraten a ningún animal; que se rodeen de plantas y flores; que aprendan un oficio útil y natural que puedan ejercer libremente y en cualquier parte, como agricultura, carpintería, albañilería, pesca, metalurgia, costura, etc; que viajen por tierra o por mar, pero no en avión; que inviertan en tierras y no en casas; que no especulen en bolsa; que no gasten dinero en cosas superficiales o efímeras; que ahorren una parte de todo lo que ganen; que no se dejen embaucar por promesas políticas ni engañar por desconocidos; que no le aguanten una falta de respeto a nadie ni se dejen tocar la cabeza; y que eviten la gordura, el sedentarismo, los colores negro y morado o violeta y la ropa con rostros impresos de gente muerta.

Obra: Para protegerse de los males y desgracias por venir y abrir los caminos de par en par y en todas direcciones, hay que visitar el monte y bañarse en un río en los primeros 21 días del año, tras las debidas ofrendas a Ngurufinda, Lucero, Kobayende y Mamá Chola ( Oshún En Ocha ) de miel de abejas, miel de caña, 17 monedas de cobre, 4 puros de tabaco, aguardiente de caña y sacrificios de un gallo negro a la entrada y de un gallo blanco a la salida.

Les deseo lo mejor a todos en este nuevo año 2021 y que Nsambi acutare!



miércoles, 23 de diciembre de 2020

Ángeles De La Guarda Y Espíritus Guías

¿Qué diferencias existen entre ángeles de la guarda y espíritus guías o tutelares? Mucha gente me lo pregunta en las consultas y hoy quiero aclarar el tema; ya que existe bastante confusión sobre el mismo.

El concepto de ángel de la guarda tiene su origen en el judaísmo y continuó transformándose a través del cristianismo hasta nuestros días e influyendo en otras religiones y cultos, como los afrocubanos. 

Para los hebreos los ángeles de la guarda eran entidades similares a los antiguos dioses del Olimpo que se inmiscuían a su antojo en los conflictos y guerras de los griegos para favorecer a sus favoritos; fabulosos y alados guerreros de luz enviados por Yahveh para proteger el camino o destino de determinadas personas en momentos clave de la historia del pueblo hebreo; pero con la escisión del cristianismo y su propagación por el mundo, los ángeles de la guarda dejaron de ser propiedad exclusiva del imaginario judío y se multiplicaron y transformaron hasta llegar a existir uno por cada ser humano sobre la tierra.

Para los católicos españoles, portugueses y franceses que conquistaron el Caribe y América del Sur, Dios asigna un angel de la guarda a cada cristiano para que lo vigile a cada instante y evite que se desvíe del sendero del bien, que se manifiesta como la consciencia o voz interior que todos tenemos dentro; la cual nos advierte del mal y nos atormenta con remordimientos y culpa por nuestros errores y pecados. Incluso los esclavos africanos que bautizaban y “salvaban” en la fe de Cristo podían tener su propio ángel de la guarda, les decían; siempre que les susurrara valores y virtudes cristianas y no les tentara con rebelarse o escapar al monte. 

Pero los esclavos tenían su propia manera de interpretar las cosas de los blancos y en secreto continuaron venerando a su espíritus ancestrales y protectores en la forma de los ángeles de la guarda cristianos. De igual modo que camuflaron a los orishas yorubas y a los mpungus bantúes con los santos y vírgenes católicos para conservarlos, fundieron a los égguns y nfumbes de Africa con los ángeles de la guarda europeos y con otros conceptos que fueron descubriendo en el Nuevo Mundo, como los espíritus guías y de cordón del espiritismo.

Y esa es la razón de que, a día de hoy, en Cuba le llamen ángel de la guarda lo mismo al ángel vigilante y moralista de los católicos que al espíritu protector de los ancestros; ya sean yorubas, congos, indios, europeos o criollos ( o incluso vikingos, ya que las cortes espiritistas abarcan todas las eras del mundo ); porque se han mezclado tanto en los últimos siglos que ya no se sabe con certeza dónde termina uno y empiezan los otros.

Pero lo cierto es que los ángeles son exclusivos de la tradición judeocristiana y no existen en las culturas yoruba y bantú. Cuando un religioso afrocubano menciona a los ángeles de la guarda, en realidad se refiere a los espíritus guías de familiares y benefactores que nos protegen y orientan desde el más allá. Esos égguns y nfumbes no son ángeles, ni santos, ni orishas, ni mpungus o tótems, sino difuntos que han alcanzado cierto nivel de Luz o evolución espiritual que les permite iluminar a los vivos.

Tampoco debemos confundir a los espíritus guías con los nfumbes del Palo Monte. Aunque ambos son espíritus, los nfumbes no han alcanzado la Luz, viven en las tinieblas del plano Astral y se alimentan con materia ( sangre, licores, tabaco, café, etc ); mientras que los espíritus guías o de cordón son almas libres sin apego por las cosas terrenales. A diferencia de los nfumbes, su ayuda es siempre desinteresada.

Tanto los ángeles de la guarda como los espíritus guías son entidades ligeras y luminosas a las que es inútil pedir favores mundanos como amarres, venganzas y riquezas. A ellos se les pone un vaso o copa de agua y una vela o un incienso para saludarlos, y se les ruega salud y claridad mental para uno mismo y bendiciones para nuestros seres queridos. Ofrendarles menga ( sangre ) y licores tendrá el efecto opuesto al deseado; les ofenderá y ahuyentará.

¡Feliz navidad para todos y que Nsambi acutare!

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sábado, 21 de noviembre de 2020

¿Qué Es La Magia Negra?



Muchas personas que me escriben solicitando información sobre amarres de amor, pactos karires y otros trabajos de Palo Monte, me preguntan si el Palo Monte es magia negra; dando por sentado que la magia negra es la cosa más abominable del mundo y temerosos de sufrir daños colaterales o de condenar su alma eternamente por acudir a ella. Así de profundo es el miedo que todavía hoy inspira en la gente esa confusa expresión -magia negra- fabricada por occidente para denigrar las religiones y costumbres de los pueblos de Africa, Medio Oriente y America que colonizaron y esclavizaron durante siglos.

El peyorativo y racista término magia negra fue estrenado en el medioevo por la Santa Inquisición como pretexto para perseguir, torturar, quemar en la hoguera e incautar los bienes y propiedades de aquellas personas que se alejaran de sus doctrinas; como los chamanes, curanderos, alquimistas y espiritistas; o que directamente se opusieran a ellas; como protestantes, judíos y francmasones, entre otros. Cualquier persona que criticara o pusiera en duda al santo Papa o que se negara a pagar los impuestos de la Iglesia Católica podía ser acusado de practicar la magia negra y acabar en las llamas; independientemente de que existieran pruebas o no de su culpabilidad, ya que las supuestas confesiones de hechicería y rituales satánicos eran conseguidas siempre por medio de horribles torturas. Sin embargo, mil años antes; cuando el cristianismo no poseía iglesia ni templos y sus seguidores eran perseguidos y crucificados por los romanos y tenían que ocultarse y predicar secretamente en cuevas y catacumbas; su doctrina aceptaba con total naturalidad -además del amor y la piedad- los sacrificios de sangre, la adivinación, las profecías, las maldiciones, las resurrecciones y los milagros como todas las demás culturas del orbe. No fue hasta varios siglos más tarde; mucho después de que el Imperio Romano adoptara al cristianismo como religión oficial y lograra que el obispo de Roma se convirtiera en máximo pontífice de toda la cristiandad; que la Iglesia Católica negó y prohibió las prácticas mágicas; a las que tachó de bárbaras y diabólicas y persiguió por todo el mundo.

¿A qué se debió ese cambio tan drástico en los fundamentos de la doctrina cristiana? ¿Porqué, si tanto los hebreos como los griegos y romanos que cimentaron la Iglesia Católica creían en la magia y en todo lo que ésta implica -oráculos, augurios, hechizos, maldiciones, sacrificios de sangre, espíritus, milagros, etc-, los Papas posteriores se empeñaron en negarla, demonizarla y perseguirla por todas partes a donde llegaron sus misioneros?  No fue ciertamente por razones religiosas o espirituales, sino políticas y económicas. La expansión europea por gran parte de Africa, el Medio Oriente y el nuevo continente de América precisaba una ideología “superior”, fuerte y estricta, que justificara el sometimiento violento de sus pueblos.

Cuando los europeos colonizaron América y parte de Africa y esclavizaron a sus nativos, lo hicieron en nombre de Dios, bajo el pretexto de civilizar a los supuestos salvajes y salvar sus almas del paganismo y de la magia negra. Para ellos, Jesus podía transmutar el agua en vino, devolver la vista a los ciegos y resucitar a los muertos y estaba bien, pero si lo hacía un nativo americano o un africano, enseguida lo calificaban de hechicero, brujo, practicante de la magia negra, adorador del Diablo, etc, y le perseguían y mataban sin miramientos. En todos los territorios coloniales se eliminaron sistemáticamente los cultos religiosos locales, sustituyéndolos por el bautizo cristiano y su conveniente doctrina de sumisión a los designios divinos; o lo que es lo mismo: el acatamiento servil de la esclavitud.

Colonizando, esclavizando y adoctrinando a la fuerza durante siglos a los pueblos menos desarrollados, el cristianismo se había convertido en la religión más rica y poderosa del mundo y, para garantizar que siguiera siendo así financiaron universidades, centros de investigación médica, clínicas mentales e innumerables publicaciones de ideología cristiana que trataban de explicar científicamente la inferioridad de las razas de color y su tendencia al alcoholismo, la lujuria, la vagancia, la magia negra y la criminalidad; demonizando sus costumbres y ritos y satanizando a sus sacerdotes o chamanes con el objeto de eliminar cualquier competencia a su monopolio espiritual y evitar las revueltas de esclavos y criollos en los territorios conquistados.

El tremendo choque de culturas que se dio en el Nuevo Mundo desde el siglo XVI provocó un crisol de nuevos cultos mágico-religiosos por toda América que conjugaban elementos africanos, amerindios y europeos en sus liturgias -destacando por el número de sus seguidores y su gran influencia entre las clases más pobres y marginadas, el Candomblé y la Kimbanda en Brasil, el Vudú en Haití y en New Orleans, y la Santería y el Palo Monte en Cuba-; que le robaban los fieles a los curas cristianos y minaban su credibilidad y, en consecuencia, la de las autoridades coloniales. Una situación muy peligrosa e inadmisible porque, sí los esclavos, libertos y mestizos dejaban de creer en el Dios de los blancos, no tardarían mucho en rebelarse contra ellos y cortarles las cabezas y violar a su mujeres, y saquear y quemar sus propiedades; como efectivamente acabó ocurriendo en Haití y más tarde en Cuba. 

En Cuba, si el esclavo se bautizaba, rezaba a la virgen, aprendía el idioma del amo y aceptaba su trabajo sin quejarse ni intentar fugarse, se le concedía cierta confianza y se le permitía recrear sus ritos dentro de la plantación o ingenio, en los llamados cabildos, para que se divirtiera y relajara las tensiones de su cruel existencia y la nostalgia por su mundo durante un rato los domingos y en carnavales y otras festividades religiosas. Se le permitía tocar el tambor, cantar, bailar, beber aguardiente y vestir sus trajes tradicionales; pero si escapaba y se convertía en cimarrón, automáticamente era clasificado por los blancos como brujo diabólico y hechicero practicante de la magia negra. Si el bembé sonaba en el batey los blancos decían que se trataba de una fiesta de esclavos, pero si el eco de los tambores venía del monte, de un palenke de negros revirados, decían que eran ceremonias de magia negra, ritos satánicos y sacrificios humanos que hacían los negros para burlar a sus perseguidores.

A finales del siglo XIX la corona española abolió la esclavitud y la mayoría de sus colonias se independizaron, pero la guerra sucia para estigmatizar a los nativos, a los negros y a los mestizos continuó durante gran parte del siglo XX y los prejuicios sociales que provocó aún perduran en nuestros tiempos. En Cuba, los ensayos que escribió el etnólogo, antropólogo, arqueólogo y periodista don Fernando Ortiz sobre la relación entre los “negros brujos” y la criminalidad en la isla no ayudaron precisamente a mejorar la imagen que tenían los criollos blancos de los africanos y de sus descendientes, ni de sus culturas y creencias religiosas, y todavía hoy en día mucha gente ve a los paleros como brujos malos y diabólicos, siempre asociados con los bajos fondos, y no como a sacerdotes y herederos de una cultura milenaria -la bantú-, muy anterior al cristianismo y, a día de hoy, prácticamente extinguida en África.

Resumiendo: El Palo Monte no es magia negra o magia blanca, magia mala o magia buena; simplemente es magia. La blancura o negritud, la oscuridad o la luz de las obras de un tata nganga dependen únicamente de la maldad o bondad que abriguen los corazones de las personas que buscan sus servicios y no de la naturaleza intrínseca del Palo Monte. 

No se engañen; los amarres de amor no son blancos o negros, buenos o malos según la disciplina mágica o método esotérico conque se realicen, ya que todos poseen el mismo objetivo de someter a una persona contra su voluntad. No importa si se realizan sacrificando animales vivos o jugando con velas aromáticas, todos los amarres son actos egoístas que violentan la independencia de alguien. Sin embargo, el egoísmo por amor no es un pecado grave, sino más bien el producto de un intenso sufrimiento emocional del ser humano. No por gusto se dice que “en el amor, como en la guerra, todo se vale”. El dolor, la humillación y la desesperación que causan en las personas ser abandonadas por el ser amado justifican la lucha por recuperar su corazón, como si fuera en defensa de la propia vida; ya que luchar para librarse de tal sufrimiento equivale a guerrear contra la muerte misma. En ese sentido, todos los amarres son obras de curación.

Mucha salud para todos y que Nsambi acutare,



viernes, 2 de octubre de 2020

Diferencias Entre Los Amarres De Palo Monte Y Los De Santería

Un observador ajeno a los cultos afrocubanos no distinguiría grandes diferencias entre los ritos yoruba y los ritos bantú que se practican en la isla desde los tiempos en que era colonia española. En ambas liturgias se aprecian palabras y cantos africanos, tambores y sonajeros, adivinación con caracoles y conchas de mar, sacrificios de animales, despojos o limpiezas con aves y yerbas; amuletos, fetiches y otros artefactos mágicos para suerte y protección; trances o posesiones de espíritus de la naturaleza y de difuntos; así como trabajos u obras de brujería para resolver los problemas o deseos de sus creyentes; pero tras esas similitudes superficiales se encuentran radicales divergencias entre los principios espirituales y técnicas esotéricas de cada una, que se hacen más evidentes cuando comparamos los modos de amarrar de cada una.

La Santería cubana no ha variado tanto de la Ocha yoruba original -incluso conserva intacta su lengua, que los santeros cubanos reproducen al pie de la letra sin cesar, aunque sin entender lo que dicen- porque es más religión que magia y cómo tal tiende a ser estática; pero el Culto Congo -más chamánico que religioso- comenzó a transformarse y a adaptarse a las nuevas circunstancias y tiempos desde que llegó a Cuba en el siglo XVI. De hecho, la imagen clásica que tenemos del Tata es la de un hombre tocado con sombrero de yarey, tabaco en la boca y machete y botella de aguardiente entre las manos, inclinado sobre un caldero coronado de palos y plumas; cuando lo cierto es que los ngangas o brujos originales bantúes no usaban yarey, ni tabaco, ni aguardiente de caña, ni machetes, y sus prendas eran nkisis -pequeñas figuras antropomórficas realizadas en madera, tela, barro y otros materiales naturales- y no grandes cazuelas y calderos llenos de palos como las de sus descendientes criollos. Incluso las patipembas de Palo Monte presentan sincretismo con Abakuá, y el uso del caldero de hierro y de la pólvora con la magia negra europea. Los ngangas africanos eran nómadas como los viejos trovadores del Oriente de Cuba; que iban pueblo por pueblo con su música; pero los tatas cubanos son brujos sedentarios, con circunstancias muy diferentes a la de Africa y tendencia a asentarse en un punto fijo del campo o del poblado donde son más conocidos, y por esa razón sus prendas han ido cambiado su forma y aumentado su talla a través del tiempo hasta convertirse en artefactos mucho más complejos y poderosos que los viejos nkisis. Y con los amarres ha ocurrido otro tanto.

Los amarres de los santeros, al igual que los de Palo Monte, usan sustancias y elementos naturales, muñecos, ofrendas y sacrificios de animales en su elaboración, pero su mecanismo de funcionamiento consiste en rogar a los orishas para que les concedan sus peticiones o intercedan ante Olofin por ellos -cosa que puede suceder o no dependiendo del humor que tengan los dioses ese día-; mientras que los paleros encargan sus trabajos a los nfumbes -espíritus de personas muertas- a cambio de menga -sangre- de seres vivos y/o de resolver los asuntos pendientes que dejó el difunto en el mundo de los vivos ( el palero puede hacer justicia o venganza contra los enemigos del difunto, ayudar a su familia o entregarles un mensaje póstumo, etc ); pues aunque poseen menos poder que los mpungus -equivalente bantú de los orishas yoruba- se encuentran más cerca de los asuntos de los vivos que los espíritus de la naturaleza, y acuden al llamado del Tata y laboran para éste con más diligencia que cualquier divinidad o espíritu superior. De los mpungus toman su fuerza mágica los paleros, pero la gestión de los amarres y demás trabajos se la confían a los nfumbes.

Los Orishas de la Santería y los Mpungus del Palo Monte son espíritus más poderosos y elevados que los égguns ( los muertos o ancestros yoruba ) y nfumbes, pero por esa misma razón se encuentran muy por encima de los problemas humanos y cuesta mucho llamar su atención para que los resuelvan. También se demoran más en cumplir los trabajos y pueden cambiar de idea sobre la marcha, ya que nada los ata a cumplir la voluntad de los simples mortales. Por muchas ofrendas y sacrificios que les haga a sus orishas, nada le garantiza al santero o al babalawo que sus deseos vayan a cumplirse o que lo hagan con rapidez. Es por eso que muchos santeros de éxito admiten que su eficacia proviene más de trabajar con los égguns que de complacer a los orishas.

Otra diferencia entre los amarres yoruba y los de Palo Monte es que los paleros emplean patipembas ( firmas o dibujos mágicos ) para representar el nkangue o amarre específico que ejecutarán, a las personas involucradas en la situación, a las fuerzas implicadas en la obra y a la ruta que seguirán los nfumbes por el Astral hasta sus objetivos. El santero reúne los ingredientes, realiza las peticiones y las ofrendas y sacrificios que ofrece a cambio a los orishas invocados, y luego deja todo en manos de ellos. Los nganguleros, en cambio, planifican hasta el último detalle de los trabajos que encargarán a sus nfumbes, para que éstos sepan cómo reaccionar ante cualquier obstáculo o eventualidad y seguir adelante con la misión pese a los cambios que pueda sufrir cada caso sobre la marcha. Los amarres yoruba, por el contrario, suelen perder el rumbo cuando ocurren alteraciones en los casos que atienden y los santeros se ven obligados a realizar nuevas consultas y nuevos trabajos, con los consiguientes sacrificios de animales y demás ofrendas y gastos.

Cuando un Tata consulta a una persona sobre un asunto amoroso y durante el registro se decide amarrar al ser amado, los detalles más importantes del caso y de cada persona implicada quedarán simbolizados en la patipemba que va trazando el brujo desde que empieza la consulta hasta que termina el trabajo. Sobre el círculo del cuatro vientos registra con pequeñas cruces y círculos de tiza los signos marcados por los chamalongos. Una de esas cruces o círculos representa al consultante y otra al ser amado, y el resto señala a las terceras personas -familiares, amigos, rivales, enemigos, etc- involucradas que pueden afectar negativa o positivamente al cumplimiento del amarre. El tata traza una flecha vertical desde el consultante hasta la persona amada y en su centro un círculo mayor; encima del cual colocará posteriormente la obra con todos sus ingredientes y muñecos-. Traza otra flecha de izquierda a derecha que representa la línea de tiempo desde el presente hasta el futuro; cuando se se haga realidad el deseo solicitado; y otra flecha más corta que sale del centro hacia las terceras personas y que simboliza que una parte del trabajo va dirigida hacia esos individuos, para que los nfumbes sepan que deben dividirse en ese punto; quedando unos ocupados con el amarre y los demás con neutralizar o influir sobre la gente cercana a la pareja. Los rastros o datos de cada persona se colocan sobre los signos que las representan para que los nfumbes puedan identificarlos sin equivocarse, y las formas y direcciones de las flechas les indican cuándo y hacia donde actuar. Y por último traza la firma del amarre en cuestión dentro del recipiente de la obra ( generalmente una güira, un plato o fuente, un trozo de papel o de tela, o una hoja grande de maíz, etc; que contiene a los muñecos y demás ingredientes del amarre ), que se pone sobre el círculo central, para que los nfumbes sepan exactamente cuál obra realizar y no se confundan con otra.

Por eso cada amarre de Palo Monte es diferente u original aunque se realice siguiendo determinado tratado; ya que se incluyen las variaciones de la nueva situación sobre la estructura base del tratado; a diferencia de los amarres de Santería, que llevan cientos de años repitiendo los mismos signos, rezos y trabajos sin atreverse a cambiar nada; no importa cuán anticuada se haya quedado la situación que describen. Puede que la base mágica de los amarres antiguos sea poderosa, pero si no se revisan y adaptan a las situaciones modernas pueden perderse por el camino y fallar su objetivo o demorarse demasiado en alcanzarlo. ¿Cómo puede un amarre de hace mil años ayudar a una chica que, por ejemplo, se enamoró por internet y su amado es transexual y vive en el otro lado del mundo? Ninguna letra de Ocha o de Ifá contempla tal situaciones ni posee obras para resolverlas. Las letra de Palo Monte tampoco tienes trabajos así, pero los Tatas pueden introducirles cambios por inspiración o por lógica, y adaptarlos para que funcionen ahora.

Cuando yo consulto un caso y me sale realizar un amarre o cualquier otra obra que no haya probado antes ( existen miles de trabajos diferentes de Palo Monte ), lo primero que hago es detectar los errores anacrónicos y de contexto. Un tratado puede referirse a situaciones que ya no existen o, por el contrario, no contemplar las circunstancias que rodean un caso actual; o indicar el uso de ciertas plantas o elementos porque son características de la región donde se creó, pero que no se dan o no poseen el mismo poder mágico o significado simbólico donde se aplicarán. Un amarre que fue concebido hace cientos de años para actuar dentro de los límites de alguna llanura o selva africana donde habitaron sus creadores no está preparado para influir en otros territorios, a no ser que se hagan algunos ajustes. Los nfumbes no entienden de tiempo y espacio porque son dimensiones físicas que no existen en el plano espiritual e inmaterial -llamado por muchos Astral- que habitan, y si se les ordena un amarre cuyo radio de acción pertenece a otra época o localización del mundo, lo ejecutarán en el momento o lugar indeseados. Son esos amarres que aparentemente no funcionan y es porque los nfumbes los están ejecutando con las personas, lugares o momentos equivocados.

Algo similar ocurre cuando se aplica un tratado diseñado para amarrar a un hombre y a una mujer a un caso en que ambas personas son del mismo sexo. Los amarres africanos antiguos no contemplaban la homosexualidad porque ésta era tabú en su tiempo, y cuando se usan para un caso de dos hombres o de dos mujeres pueden provocar efectos opuestos o indeseados; ya que casi todos los amarres incluyen ataques, alejamientos o neutralizaciones de los rivales y personas que se oponen o podrían obstaculizar la relación que se persigue lograr, que los nfumbes pueden dirigir contra el ser amado por confundirlo con una de ellas. Pongamos el caso de un chico que quiere poseer el amor de un hombre casado con una mujer: si les aplicamos un amarre antiguo, concebido para hombre y mujer, sin hacer los ajustes pertinentes, los nfumbes encargados del trabajo pueden tomar a la esposa por el ser amado y enamorarla del chico, y al ser amado cerrarle los caminos o causarle un accidente o enfermedad para alejarlo del chico enamorado. O el caso de una mujer que ha descubierto que su marido es gay y desea alejarlo de esas tentaciones: un amarre antiguo interpretaría las tentaciones como mujeres y alejaría de ellas al marido, pero no de otros hombres. Es decir, un desastre.

Por eso yo animo a todos los practicantes de Palo Monte a que no se anquilosen repitiendo como papagallos los viejos tratados y a que se atrevan a interpretarlos con nuevos ojos. Analicen cada renglón de cada obra que les marquen los nfumbes y pregúntense el porqué de cada elemento. ¿Sigue siendo necesario tal ingrediente o usarlo ahora sería contraproducente? ¿Podemos cambiar determinadas plantas o animales por otros más locales, afines o actuales? ¿Puedo cambiar la fecha y hora astrológica de un trabajo concebido en otra época y latitud para que funcione mejor ahora y en otra zona del planeta? ¿Puedo adaptar la fórmula de un amarre mixto para amarrar a dos personas del mismo sexo cambiando la polaridad de algunos ingredientes ( los elementos Aire y Fuego son positivos y masculinos, mientras que Tierra y Agua son negativos y femeninos. Un amarre normal tiene ingredientes positivos y negativos; ya que la pareja es mixta; pero para amarrar a una pareja de hombres los elementos empleados deben ser todos positivos, y todos negativos para amarrar a una pareja de mujeres )? Es más fácil y productivo cuestionarse estas cuestiones antes de empezar un trabajo, que adivinar después la causa del fracaso y tener que volver a empezar todo de nuevo.

Saludos a todos y que Nsambi Acutare,

domingo, 29 de marzo de 2020

Protecciones Mágicas Contra El Coronavirus Y Otras Pandemias



El Coronavirus nos ha tomado por sorpresa y por su causa media humanidad se encuentra en cuarentena, miles han muerto en todo el mundo y millones de  personas viven día a día con miedo al contagio y a lo que les depara el futuro si se alarga la pandemia y pierden sus trabajos y negocios. Muchas personas me escriben contándome sus cuitas y preguntando por remedios o protecciones contra el COVID-19, por lo que dedicaré este post al tema de las enfermedades contagiosas en relación a los cultos mágicos afrocubanos.

Ante todo que no cunda el pánico. El mundo no se está acabando y el Coronavirus no es la primera plaga que azota al orbe; ni siquiera es una de las más peligrosas. Se estima que a lo largo de la historia la Viruela ha matado a 300 millones de personas y el Sarampión a 200 millones. En la Edad Media la Peste Negra o Bubónica acabó con la vida de 75 millones de humanos y la llamada Gripe Española mató entre 50 y 100 millones de personas ( entre el 3 y el 6% de la población global de su tiempo ) entre 1918 y 1920, tras la Primera Guerra Mundial.

En Cuba, cuna de los cultos mágicos afroamerindios Palo Monte, Ocha y Abakuá, la Viruela diezmó la población de la isla en el siglo XVI, acabando con la mayoría de los indígenas Taínos, Siboneyes y Guanajatabeyes que aún la habitaban. Por esa razón se empezaron a importar esclavos africanos para encargarse del trabajo en los cañaverales y con ellos llegó la Fiebre Amarilla; que ya no paró de diezmar a la población cubana hasta 1901, cuando se erradica por completo gracias a la masiva vacunación de la cura creada por el médico cubano Carlos J. Finlay en 1881. 

Se cuenta que muchos de los soldados ingleses que tomaron La Habana en 1762 cayeron muertos, no en batalla con los españoles, sino con los gérmenes de la Fiebre Amarilla ( también conocida como Vómito Negro, Tifus o Ictericia ) , y que, por esa entre otras razones, acabaron cambiándosela a España por La Florida; quizás porque sus enormes pantanos no eran tan infecciosos como la pequeña ciudad costera. Tengan en cuenta que La Habana en esa época no era más que un puerto con una fortaleza y un puñado de viviendas y comercios a su alrededor. Las vías no estaban adoquinadas todavía, ni existía servicio de recogida de basura y las calles estaban llenas de inmundicias, hedor y mosquitos; foco perfecto para cualquiera de las epidemias que portaban los esclavos y los marinos de todas partes del mundo que desembarcaban en la bahía de La Habana; que ya entonces se le consideraba una de las más contaminadas del globo.

Sin embargo, los esclavos apenas sufrían la enfermedad que portaban y contagiaban a los blancos en Cuba. La Fiebre Amarilla, al igual que otras enfermedades, llevaba tanto tiempo actuando en Africa, que sus nativos habían desarrollado inmunidad o alta tolerancia a la misma. Mientras los españoles y criollos caían como moscas por las fiebres y vómitos nauseabundos, para ellos era una simple gripe pasajera. Físicamente hablando, los africanos eran más sanos y fuertes que europeos, indígenas y criollos; por eso no ha de extrañar que entre las familias nobles y ricas cubanas se hiciera costumbre usar nodrizas africanas para alimentar a sus críos. 

Aunque en esa época no se conocían las bacterias ni otras formas de vida microscópicas, ni se sabía que eran la causa de todas las epidemias, la gente creía que los africanos eran más saludables; pese a todas las desgracias de la esclavitud; debido a su profundo conocimiento de la magia y a la protección de sus espíritus. Por eso dejaban que las negras amamantaran a sus hijos; no solo para que crecieran más fuertes e inmunes a las enfermedades, como los esclavos; sino también para que heredaran de ellas algo de su poder mágico o espiritual, que les protegiera a lo largo de la vida.

Muchos de esos señoritos blancos que mamaron de negras tetas en su infancia, se iniciaron en Abakuá y Palo Monte cuando fueron adultos. Educados en los mejores colegios de Cuba, Europa y Estados Unidos, estos criollos ricos respetaban la magia y les interesaba tanto como las ciencias modernas. Para ellos ambas disciplinas no eran excluyentes entre sí, sino más bien complementarias, como las dos caras de una moneda. Creían firmemente -y yo también- que la ciencia moderna es la punta del iceberg del conocimiento; lo que se ve y se sabe a ciencia cierta; mientras que la magia es la montaña de misterios ocultos que aún no dominamos. Allí donde la ciencia no llega aún, la magia reina hace milenios, y de esa herencia inesperada que nos legaron los esclavos; de ese linaje de cientos de generaciones de brujos africanos al que pertenecemos tantos cubanos; se puede extraer mucha sabiduría y resolver cuestiones prácticas todavía insolubles para la ciencia, como la protección espiritual contra epidemias contagiosas y otras enfermedades.

A finales del siglo XIX y principios del XX; cuando se abolió la esclavitud y los negros empezaron a vivir en las ciudades y poblaciones, la guerra de independencia había dejado arruinado el país y a millones de gente en la miseria, y la Fiebre Amarilla campaba a sus anchas por toda la isla, cobrándose un saldo de miles y miles de vida. Por esa época se popularizó en La Habana un Nchila ( amuleto, resguardo o talimán ) que preparaban los Tatas ( sacerdotes de Palo Monte ) para proteger a sus ahijados y clientes de la terrible epidemia. A continuación reproduzco parte de su tratado:

Nchila Gunseto ( corazón bendecido ) de Kobayende: Resguardo o amuleto de salud, que se monta por camino del nsambe de la persona que lo usará según tratado de Kobayende; el mpungu que rige las enfermedades contagiosas y los hospitales. Se carga en punta de cuerno o makuto de saco o arcilla blanca sobre la patipemba o firma mágica de esta obra, trazada con yeso en el suelo, frente al fundamento de Kobayende y a la nganga principal. En su interior lleva los datos de la persona escritos 3 veces en papel de estraza, que se dobla tres veces formando un pequeño triángulo; limallas de hierro y oro o plata, mpolos o polvos de Álamo y Quita Maldición ( quitar maldiciones y alejar a la muerte ), Amansa Guapo ( tos, pulmones, problemas respiratorios ), Palo Blanco ( defensa contra enfermedades ), Palo Caballero ( protección y Salud ), Palo Caja, Guayacán, Jiquí, Mangle Rojo, Rompe Hueso, Palo Santo, Palo Verraco, Paraíso y Escoba Amarga ( protección y curaciones ); rastro de 3 hospitales, 3 iglesias, cementerio, fondo marino, fondo de río, monte, hueso de nfumbe, culebra, majá, maíz tostado, cuarzo y azogue.

Se sella con cera virgen derretida y se consagra en mamba ( agua mezclada con yerbas y flores troceadas a mano y otras sustancias ) de 7 yerbas de Kobayende, flores blancas de 4 clases diferentes, agua de lluvia, agua de río, agua de pozo, agua de Florida o de rosas, agua bendita, aguardiente de caña, vino tinto y vino seco en una güira mediana sobre la firma. Después se saca el agua de la güira y se deja el nchila húmedo; sobre el cual se vierte parte de la menga ( sangre ) de los animales sacrificados y el resto se reparte entre la nganga y el fundamento de Kobayende. Se matan un majá, un gallo negro y otro blanco ( o una gallina negra y otra blanca si el Nchila es para una mujer ), un alacrán y una lubina.

El Nchila se deja sobre el fundamento de Kobayende para que tome poder hasta que se seque bien y pueda ser entregado o enviado a su futuro dueño.

La persona debe llevarlo encima ( como llavero, colgante, en el bolso o en un bolsillo ) siempre que salga a la calle, tenga visita o a alguien enfermo en casa; especialmente si existe peligro de contagio. Se le alimenta cada dos o tres meses untándole manteca de cacao y aceite de palma y rociándole aguardiente o ron de caña y abundante humo de tabaco, y se deja de un día para otro en un pequeño plato de barro o güira con incienso y una vela blanca encendida.

Si usted posee un Nchila Gunseto puede salir sin miedo a la calle, que nadie contagiado se cruzará en su camino; y si por fuerza tuviera que ir a un hospital o a otro lugar donde haya personas enfermas, éstas no estornudarán ni lo tocarán en ningún momento. Los virus en el aire verán tan bien protegida su aura que preferirán alojarse en otras personas y no en usted. 

Esta pequeña pero poderosísima prenda de Palo Monte es ideal para médicos y personas que trabajen en público o vivan en zonas de mucho contagio. Su precio ronda los 300 euros, pero los estoy haciendo por solo 150 euros hasta que termine de controlarse la pandemia.

Cuídense mucho y que Nsambi siempre les acutare.



miércoles, 11 de marzo de 2020

¿Cómo Se Monta Una Nganga De Centella?



Centella es el kimbosio o recipiente mágico del mpungu femenino Mariwanga y su montaje se parece mucho al de 7 Rayos; la nganga de Sabranu Nsasi. Ambas trabajan muy rápido y sus makumbas son fulminantes, pero Centella es prenda de Yaya y rara vez la encontramos en casa de un hombre, a no ser que sea heredada o cruzada. Se le puede cruzar con 7 Rayos y con Sarabanda, o con Ndoki, Lugambé, Lukankasi o cualquier otro karire. Su camino más conocido es Centella Ndoki; mítica prenda fundamentada con kriyumba de cimarrona muerta en batalla a machete con rancheadores, cuyo espíritu; enriquecido por las almas de sus brujas o yayas descendientes; constituye el Bakula de todas las hijas de Mariwanga.; las cuales suelen poseer el carácter fuerte y a menudo irascible y machuno, propio de las guerreras.

El recipiente para una nganga de Centella puede ser de hierro si se cruza con Sarabanda o con Ndoki, de barro si se cruza con 7 Rayos o con Lukankasi, y de güira grande si se cruza con Lugambé o kadiampembe. La prenda de Centella pura ( Mayombe ) se puede montar en güira o en barro oscuro. El kimbosio elegido y todos los instrumentos y elementos que se emplearán en su construcción se lavan con mamba ( agua mezclada con yerbas y flores troceadas a mano y otras sustancias ) de yerbas de Mariwanga; como Mastuerzo, Zapote, Granada, Caimito, Ruda, Uva Caleta y Artemisa; en una palangana con agua de pozo, vino tinto y malafo de caña. Una vez seco el recipiente, se le traza en el fondo con yeso la patipemba o firma de la prenda; la cual se bordea con fula ( pólvora mezclada con mpolos o polvos de 21 palos ) y se hace estallar con nsunga ( tabaco ).

Encima de la firma quemada se pega con cera virgen derretida una güira pequeña, en cuyo interior se traza con yeso la misma patipemba y se rellena con una moneda de plata y 9 pequeñas monedas de diferentes países, una matari o piedra de Centella ( las verdaderas; no las que venden en las botánicas; son fragmentos de rocas alcanzadas por la explosión de uno de estos raros fenómenos atmosféricos, conocidos como centellas o rayos globulares ), un trozo de hueso del nfumbe ( de mujer; preferiblemente que haya sido mala persona, loca o agresiva y muerta por fuego, electricidad, arma blanca o de fuego, a causa de un crimen, pelea o suicidio ) consagrado a la prenda; mataris pequeñas de monte, mar, río, cuatro esquinas, montaña, cementerio, del pie de una ceiba y de palmas jimaguas; mpolos ( preferiblemente de la cabeza ) de sapo, alacrán, murciélago, ciempiés, jicotea, majá, anguila, tomeguín, lechuza, carpintero, herrero, totí, sijú platanero, pitirre, gato negro, ratón, jutía, garza y gavilán; ntotos, tierras o rastros de cementerio ( de la tumba del nfumbe ) y de lugares por donde hayan pasado ciclones, tornados o huracanes; mpolos de 21 palos de fundamento y de 9 palos de Mariwanga: Vira Viento, Vence Batalla, Zapote, Palo Caballero, Enredador, Guaco, Caña brava y Uva Caleta; 9 piedras preciosas o semi preciosas ( rubí, diamante, coral, ágata, perla, ojo de tigre, agua marina, cuarzo, ónix, etc ), azogue, almagre, todas las pimientas, espuela de gallo y colmillo de perro negro y/o de jabalí, mono, león y leopardo.

Todo se cubre con un trozo de piel de leopardo cortado en forma de círculo, para que se ajuste bien a los bordes internos de la cazuela. Encima se vierte abundante cera virgen derretida, hasta que cubra por completo la güira, todos los ingredientes añadidos y la tapa redonda de piel. A esto es a lo que se llama Sello Fondo Cazuela.



Cuando el Sello está completamente seco y duro, se le ponen encima los 21 palos de fundamento más 9 palos de Mariwanga formando un arco y en el medio se colocan 9 cocuyos, cabezas de gallo, gallina, cotorra, jicotea y perro negro, una matari de Centella y arriba la kriyumba del nfumbe, flanqueada por la Yayi ( pedazo de caña brava con un nudo en el medio que la divide en dos. Por un lado se le pone agua de mar, arena y azogue y se sella con cera virgen, y por el otro se le pone agua de río y azogue y también se sella con cera ) y por la mpaka mensu ( que se prepara en tarro de buey cargado con manojo de 21 yerbas de Mariwanga, fragmentos de los 30 palos, un mate rojo, mpolos de cabeza de gallo negro, lechuza, cotorra, carpintero, totí, pitirre y de culebra; una moneda de plata y limallas de todos los metales, tierra de cementerio, hospital, cárcel, cruce de caminos, monte, iglesia, juzgados, plaza, río, arena de mar, vivienda del dueño, toda clase de pimientas y chiles picantes, azogue, cocuyo, lengua de gallo, hueso del nfumbe, hojas y cenizas de tabaco, carbón natural, pezuña de perro y de gato y colmillo de jabalí y de toda clase de felinos, y se sella con cera virgen y un espejo ) y se corona con un machete, un puñal y una herradura. También se le puede poner una cadena de hierro alrededor o tela enrollada de color rojo oscuro.

Cuando la nganga está completa se lleva al cementerio y se entierra; no sin antes sacrificar en el hueco dos gallinas negras, cuyos cuerpos se dejan encima de Centella antes de cubrirla con tierra. Pasados 21 días se desentierra y allí mismo se le sacrifican un gallo y un perro ( rabioso mejor ) negros, que se dejan en el hoyo antes de taparlo. La prenda se lleva para casa de su dueña y se le da entrada en la misma con nuevos sacrificios de animales ( gallina, gallo, chivo, perro o aves de color negro, jicotea, jutía, etc; lo que se pueda ) y diversas ofrendas de malafo, chamba, nsunga, etc.



lunes, 6 de enero de 2020

Cómo Se Monta Una Prenda De Madre De Agua



Madre de Agua es la prenda o nkisi de Kalunga o Baluande más conocida del Palo Monte. A este mpungu se le asocia sincrética y popularmente con la fuerza de los océanos y con la orisha yoruba Yemayá; que también rige los mares; sin embargo -esotéricamente hablando-, Kalunga es un concepto mucho más profundo que el fondo marino; que no tenía connotaciones femeninas para los antiguos pueblos bantúes y significaba la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Una especie de energía espiritual fluida o plasma que rodea al plano material por todas partes, separándolo del plano espiritual. Para ellos este plasma espiritual constituía una entidad mágica o divinidad en sí misma; el mpungu o avatar de Nsambi destinado a separar la vida de la muerte; que también puede interpretarse como el lugar que habitan los muertos, como la propia Muerte, o como la sustancia de la que están hechos los espíritus. Un océano de almas infinito que envuelve a nuestro mundo.

El kimbosio o tinaja de barro que contendrá a esta poderosa fuerza de las aguas saladas y del mundo de los muertos debe lavarse previamente, junto con todos los ingredientes y elementos que llevará en su montaje, con mamba de 7 yerbas de Kalunga -hojas de aguacate, yantén, sauco blanco, salvadera, caisimón, verdolaga y lechuga criolla- trituradas a mano con miel de caña, agua de mar y malafo, y los restos se apartan para usarlos luego en el sellado de la firma.



En el fondo de la cazuela se traza con yeso y fula la patipemba o firma del camino de Madre de Agua que se desea construir y se le hace estallar con nsunga. Sobre la firma quemada se coloca una concha grande de almeja y se le pinta la misma firma con yeso y fula en la parte de adentro de ambas mitades y se les da candela con nsunga. Encima se le ponen los restos de yerbas del lavado, 7 anzuelos usados, 7 piedras preciosas o semi preciosas, especialmente las de color azul; ntotos o tierras de mar, río, cementerio, monte, cuatro esquinas, iglesia, juzgados, policía, hospital, banco, de una ceiba, salvadera, cocotero, guásima, de un hormiguero bravo, termitas, avispero, de la tumba del nfumbe pactado  -que tiene que ser mujer y preferiblemente ahogada, asfixiada o ahorcada- y de la casa del dueño de la prenda; mpolos o polvos de los 21 palos de fundamento más 7 palos de Kalunga -jiquí, caimito, ceiba, rompe hacha, mangle negro y aguacate-, oro, plata y plomo; un poco de azufre y de azogue, cuarzo blanco y cuarzo verde, precipitado rojo, 7 perlas, 7 peonías y un ojo de buey.



Después se vierte cera virgen derretida en la tinaja hasta cubrir por completo la carga. Una vez seca y dura la cera del sello, se coloca en el centro de su superficie una matari de mar grande rodeada de 7 mataris pequeñas de color negro. Encima se agregan una estrella de 5 puntas, un tridente, siete flechas, una lanza, una luna llena, una media luna, un sol, un ancla, una escalera, una serpiente y 7 aros, todos de plata; 7 caracoles, una esponja, la Yayi -pedazo de caña brava con un nudo en el medio que la divide en dos. Por un lado se le pone agua de mar, arena y azogue y se sella con cera virgen, y por el otro se le pone agua de río y azogue y también se sella con cera-, la mpaka mensu -que se prepara en tarro de buey cargado con manojo de 21 yerbas de Madre de Agua, un fragmento de los 28 palos, un mate rojo, mpolos de cabeza de gallo negro, lechuza, cotorra, carpintero, totí, pitirre y de culebra; una moneda de plata y limallas de todos los metales, tierra de cementerio, hospital, cárcel, cruce de caminos, monte, iglesia, juzgados, plaza, río, arena de mar, vivienda del dueño, toda clase de pimientas y chiles picantes, azogue, cocuyo, lengua de gallo, hueso del nfumbe, hojas y cenizas de tabaco, carbón natural, pezuña de perro y de gato y colmillo de jabalí y de toda clase de felinos, y se sella con cera virgen y un espejo-, los 28 palos y la kriyumba y huesos del nfumbe.

Cuando Madre de Agua está completa se lleva a la orilla del mar y se entierra en la arena; no sin antes sacrificarle un pato y dos gallos blancos, cuyos cuerpos se dejan sobre la prenda antes de tapar el hoyo. Transcurridos 21 días se desentierra y se le mata una tortuga marina y un gallo, cuyos cuerpos quedarán enterrados en el hoyo junto con los otros animales sacrificados. Después se lleva a Madre de Agua para la casa del dueño y se le da entrada con ofrendas de un carnero, 2 gallos y toda clase de aves marinas.

sábado, 4 de enero de 2020

¿Cómo Se Monta Un Sarabanda?



Sarabanda es, junto con 7 Rayos, la nganga más popular del Palo Monte. Unos dicen que es prenda criolla, nacida en Cuba del sincretismo con Oggún, el orisha yoruba que rige los metales, con el objetivo de vencer a los 7 Rayos de los brujos congos, y otros afirman que su culto es originario del Congo y, por tanto, pura magia bantú. En mi opinión, ambas teorías llevan un poco de razón y el culto a Sarabanda surgió en algún pueblo bantú y luego se enriqueció en Cuba con elementos yoruba y europeos; como la personalidad y atributos del orisha Oggún y el caldero de hierro -que nunca se empleó como recipiente mágico en Africa-, respectivamente.

Originalmente, esta prenda se montaba a la sombra de una Ceiba o de un Jagüey, pero la mayoría de los paleros actuales viven en ciudades y no les queda más remedio que hacerlo en sus casas; por lo que esta práctica ha ido cayendo poco a poco en desuso desde finales del siglo XIX, cuando se abolió la esclavitud en la isla y los negros empezaron a mudarse a los poblados. Hoy por hoy, y ya sea en el monte o en un apartamento, Sarabanda comienza a montarse a medianoche, empezando por lavar el caldero con malafo, prenderle candela e inmediatamente ponerlo boca abajo para extinguir el fuego.

En el fondo del caldero se traza con yeso y fula la patipemba o firma de uno de los 21 caminos de Sarabanda -el que corresponda al dueño de la prenda- o de algún camino cruzado con cualquier otro mpungu; salvo con Tiembla Tierra, que no se puede mezclar con nadie; agregándole algún detalle único que la distinga y que sólo el Tata conozca, para que ningún otro palero pueda usarla a sus espaldas. Después se hace estallar la fula con nsunga y, una vez quemada y sellada la firma ( Sarabanda no se sella con cera como otras prendas, sólo quemando la firma ), se le pone en el centro una moneda de plata rodeada por 21 monedas de diferentes países, una matari de Sarabanda y la kriyumba y demás huesos encima, un majá o serpiente enroscada a la kriyumba y arriba de todo ntoto o tierra de la tumba del muerto pactado. 



El futuro dueño de la prenda tiene que buscar la matari de Sarabanda personalmente en el monte, darle un gallo negro allí mismo y envolverla en paño negro para llevársela. Una vez en su casa la coloca sobre un brasero y le canta este mambo:

¡Mayimbe, Mayimbe, Mayimbe!
Candela que yo quemá, a usté no puede quemar; 
este mismo Cunambaza.
Mayimbe, Mayimbe, Mayimbe!
Candela que yo quemá, a usté no puede quemar; 
este mismo Nganga que ngando-guerra.
Si de verdad usté Mayimbe Nsambi mpungu,
Candela no puede quemar,
Candela no puede quemar.

Después de un buen rato, se saca la piedra del fuego y se coloca en un plato blanco con abundante malafo hasta que se vaya a montar en el caldero.

Tras el sacrificio de la ñoca ó 21 -serpiente- se le matan a la prenda una cotorra que hable y un gallo; y de este último se colocan dentro la cabeza y el corazón. Se añaden mpolos -polvos o rayaduras- de los 21 palos que irán en el caldero, azogue -para que el nfumbe esté siempre en movimiento-, y tierras de río, monte, Ceiba, Jagüey, cruce de caminos, cárcel, policía, hospital, banco, termitas, hormiguero bravo, casa del dueño de la prenda y de donde hayan peleado un gato y un perro. Después se colocan la Yayi -trozo de caña brava con un nudo en el medio; que se rellena por un lado con agua de mar, arena y azogue y se sella con cera virgen, y por el otro con agua y arena de río y azogue y también se sella con cera-, los 21 palos ( entre quiebra hacha, jiquí, malambo, palo hueso, ceiba, yaya, cambia voz, palo Ramón, yo puedo más que tú, abrecaminos, caja, guayacán, vencedor, para mí, cuaba, tengue, guayabo, ateje, llamao, uña de gato, espuela de caballero, mangle negro, ciprés, cambia rumbo, bejuco verraco, moruro y siguaraya ), 3 herraduras, 3 clavos de línea de tren, dos vueltas de cadena de hierro ( la cadena lleva en un extremo una bola de hierro que ancla el caldero al suelo ) con esposas de policía usadas alrededor, un candado y una llave de hierro, un mbele o machete, dos tarros de buey y una flecha de hierro como las de Ochosi.



A continuación se le sacrifican a la prenda un perro y un gato que se hayan peleado, una lechuza y una tiñosa, y se dejan las patas de las aves, las patas traseras de los cuadrúpedos y las cuatro cabezas y corazones en su interior. Las patas delanteras del perro y del gato se atan a la cadena, en el frente del caldero. Los cuerpos de las aves se entierran para luego hacer mpolos con sus huesos y plumas.

Seguidamente se prepara la mpaka mensu o vititi mensu en tarro de buey cargado con manojo de 21 yerbas de Sarabanda, pequeños fragmentos de los 21 palos, un mate rojo, cabeza de gallo negro, cotorra, lechuza, totí, carpintero y pitirre en polvos; limallas o mpolos de todos los metales, todo tipo de pimientas y chiles picantes, cocuyo, lengua de gallo, una matari de monte pequeña, hojas y cenizas de nsunga, polvos de carbón natural, cabeza de culebra, pezuña de gato y de perro, colmillos de jabalí y de toda clase de felinos, tierras de todos los lugares, una moneda de plata, azogue y hueso del muerto, y se sella con cera virgen y un espejo, y una vez lista se coloca encima de la prenda para que pueda usarse con facilidad.

Cuando la prenda está terminada se lleva al monte en luna nueva o llena y se entierra 21 días al pie de una ceiba o Jagüey; no sin antes sacrificarle un gallo negro cuyo cuerpo se deja sobre la nganga antes de cubrirla de tierra y un pedazo de yagua. Transcurridos 21 días se vuelve al monte, se desentierra a Sarabanda y se le mata otro gallo negro, que se deja en el hoyo antes de rellenarlo con tierra. Una vez en la casa del tata se le da entrada con sacrificios de dos gallos, un chivo negro virgen y un perro rabioso. También come lechuza, mayimbe, serpiente y toda clase de animales.




miércoles, 1 de enero de 2020

¿Cuántas Ngangas Y Muertos Puede Tener Un Palero?



Hoy quiero hacer un paréntesis para aclarar algo sobre lo que existe mucha confusión entre los jóvenes ngueyos, y me refiero al tema de la cantidad de prendas y nfumbes que puede poseer un brujo sin volverse loco o desgraciarse la vida. Todos hemos escuchado alguna vez que sólo se puede tener una nganga y un muerto, pero luego vemos que la mayoría de los Tatas de prestigio tienen varias prendas en sus munansos, y los más novatos no lo entienden. Trataré de explicarlo:

Toda prenda puede construirse como fundamento o como fundamento principal. La diferencia radica en la cantidad de palos; que es menor en los fundamentos básicos; y en la kriyumba; que sólo se pone en los fundamentos principales. 7 Rayos, por ejemplo, lleva 21 palos de fundamento más 6 palos propios de Sabranu Nsasi y la kriyumba de un hombre cuando es el fundamento o nganga principal de un Tata, y solo 6 palos de Nsasi y un hueso del nfumbe de la nganga principal cuando se trata de un fundamento básico. Mamá Chola, otro ejemplo, lleva 21 palos de fundamento más 5 palos propios de Chola Wengue y kriyumba de una mujer cuando es la nganga o fundamento principal de una Yaya, y solo 5 palos de Chola Wengue y un hueso del muerto de la nganga principal cuando se trata de un fundamento básico. 

Es decir, que sí un Tata es hijo de Nsasi, su nganga o fundamento principal tiene que ser un 7 Rayos o un Sarabanda cruzado con 7 Rayos; que es donde residirá el muerto con su kriyumba; pero también puede poseer un Mamá Chola o cualquier otra prenda, siempre que no lleve los 21 palos de fundamento ni un muerto propio; sólo un hueso o un trozo de hueso del muerto del 7 Rayos. Lo mismo sucede al revés. Una Yaya debe poseer un Mamá Chola de nganga o fundamento principal sí Chola Wengue es su nsambe de cabecera, pero también puede tener una prenda básica de 7 Rayos o de cualquier otro mpungu. Por eso los paleros pueden tener varias prendas, pero solo una nganga o fundamento principal.

La nganga o fundamento principal es la única que lleva los 21 palos de fundamento y se coloca en el centro y por encima de las demás prendas; excepto Ngurufinda o Cuatro Vientos, que va colgando del techo o de la rama de un árbol; ya que éstas nacieron de ella y están bajo el mando de su nfumbe. El fundamento principal lleva la kriyumba del muerto y cada una de las prendas secundarias lleva algún hueso del mismo nfumbe, como si fueran un único cuerpo; en el cual la nganga es la cabeza y el tronco, y las prendas las extremidades que obedecen sus órdenes. Y para más evidencia y seguridad, muchos Tatas encadenan sus prendas a la nganga principal.

Yo tengo un Lucero cruzado con Sarabanda, por ejemplo, pero también tengo una prenda básica de Mamá Chola; porque trabaja mejor los amarres y temas amorosos en general. El nfumbe es el mismo, pero cuando voy a realizar un amarre lo llamo en la prenda de Mamá Chola y no en la nganga de Lucero, porque la estructura y composición mágica de Mamá Chola es más eficiente con esos menesteres que la de Lucero; cómo si se cambiara las botas de trabajo por unos zapatos elegantes y más adecuados para la ocasión, pero los pies continuan siendo los mismos.

También los ngandos, mpolos, ntotos y mataris ( restos de animales, polvos, tierras y minerales ) de los fundamentos básicos son menos que en la nganga principal; ya que no es necesario repetir los que ya ésta contenga. Quiero decir, que si el fundamento principal tiene una cabeza de perro o una perla; por ejemplo; los fundamentos secundarios no tienen que llevar cabezas de perros ni perlas; aunque sus tratados los incluyan entre sus ingredientes; porque todas las prendas conforman un solo cuerpo mágico y comparten sus propiedades. Por esa razón las prendas secundarias suelen ser más pequeñas que las ngangas.



Por último, quiero aclarar que sí es posible poseer a más de un nfumbe; lo difícil es dominarlos a todos. Traer otro nfumbe al munanso antes de domar por completo al primero resulta poco práctico y muy peligroso.  Cada espíritu tiene su propio drama, su propio carácter, virtudes y defectos, que precisan tiempo y energías para conocerlos y dominarlos sin que nos explote la cabeza. Hay que enseñarles cada paso de la liturgia del Palo Monte; cada signo de los chamalongos, cada firma, obra y rezo. Hay que enseñarles a seguir los rastros de las personas y objetivos donde quiera que se encuentren y a comunicarse y colaborar con espíritus de plantas, animales, lugares, astros y otros fenómenos naturales, para cumplir nuestros deseos. Hay que enseñarles el oficio de mayoral de esos espíritus y, al mismo tiempo, a obedecer ciegamente nuestras órdenes; lo cual ya es bastante complicado, agotador y peligroso de lograr sin la rivalidad de un segundo difunto. Los nfumbes son como fieras salvajes, que al menor descuido nos dan el zarpazo.

Por otra parte, dominar varios nfumbes tiene sus ventajas. El poder del Tata o Yaya se multiplica y expande con cada nuevo nfumbe que adopta, siempre que sepa controlarlos. El truco está en saber fundir a todos los nfumbes en una sola entidad espiritual -el Bakula o ancestro guía del brujo, que absorbe o da forma a los otros espíritus menos desarrollados-, haciéndoles creer que pertenecían a la misma persona. Si el difunto lleva pocos días enterrado, es muy probable que su nfuiri o espíritu se encuentre muy confundido y asustado, y se le puede engañar con cierta facilidad. Basta con hacerle ofrendas sobre su tumba llamándolo por el nombre del bakula hasta que las acepte y luego pactar con él usando ese nombre. De hecho, incluso al primer nfumbe o nfumbe principal también se le cambia el nombre para convencerlo de que es el Bakula. Sus recuerdos y energías se mezclan con los del Bakula y son absorbidos por su espíritu; que es más grande y desarrollado; al igual que una gota de lluvia se convierte en río al caer sobre un río y en mar, al caer en el océano. 

Esa es la razón por la que casi todos los paleros cuando caen en trance se expresan con la jerga de los antiguos negros congos aunque sus muertos sean blancos y de esta época; porque sus nfumbes han sido absorbidos por los Bakulas heredados de sus padrinos.

Cuando un padrino le entrega una prenda a su ahijado, ésta no es una nganga completa, sino un fundamento básico del nsambe o mpungu de cabecera del ngueyo y sus poderes son limitados. Lleva un trozo de hueso del nfumbe-Bakula del Tata, pero todavía no lleva su propia kriyumba. Para eso el ahijado tiene que ir al cementerio y pactar con un muerto y luego meterlo en la prenda; la cual se desmonta y vuelve a montar en un recipiente más grande y se le añaden todos los palos y demás elementos que le faltan para ser una auténtica nganga o fundamento principal. El nuevo nfumbe del ahijado se funde con su nsambe y con el Bakula de su padrino, formando un nuevo Nkisi.

¿Entonces todos los paleros de una misma rama tienen el mismo Bakula? Sí y no. Todos los bakulas congos ( también los hay de indios de América, pero menos ) conforman una sola gran entidad que representa a los brujos bantúes que llegaron a Cuba como esclavos hace siglos, pero que se nutre y continúa desarrollándose con cada nuevo espíritu que se le incorpora. El Bakula es el Gran Padrino de todos los nganguleros; el espíritu colectivo de todos los brujos paleros que nos guía desde el más allá, pero que adopta rasgos o características diferentes con cada persona. Puede manifestarse como un negro viejo y canoso, como un esclavo, un cazador, un guerrero, un niño, una mujer, etc; y hablar con distintos acentos, humores y expresiones. Es decir, que el Bakula es uno solo, pero nunca es el mismo y su nombre, rostro y personalidad varían según el Tata.

¿Y qué pasa si uno es Buey Suelto y no tiene padrino? ¿Se queda sin Bakula? Tampoco. El Bakula se puede invocar siempre que se posea un hueso o fragmento de un muerto y pedirle que sea nuestro guía. Para convencerlo no basta con hacerle simples sacrificios de animales; porque al ser un espíritu tan grande anda sobrado de ofrendas; y es preciso demostrarle nuestra valía y compromiso con el camino de los brujos mediante la investigación y práctica constantes de la magia; respeto, valentía y entrega totales. Si los esfuerzos logran llamar su atención, el Bakula apadrinará nuestro camino en el Palo Monte susurrándonos secretos al oído, revelándonos visiones en los sueños, enviándonos augurios y señales, y corrigiendo nuestros errores a través de los oráculos.