sábado, 19 de enero de 2019

Tratado De Nkuyo Lucero O Cómo Se Monta Un Lucero Nganga



El tema de Lucero siempre crea confusión y controversia por su complejidad en comparación con la sencillez de otros mpungus; cómo Kalunga, que es la fuerza espiritual o tótem del Mar; Chola Wengue, que es el Río y las aguas dulces; Nsasi, que es el Rayo y el Fuego; Ngurufinda, que es el Monte; Sarabanda, que es la fuerza de los metales que rigen el trabajo y la guerra; Watariamba, que es el espíritu de la caza y de la Ley; Kobayende, que es la enfermedad; Mariwanga, que es la fuerza de las Centellas y Vientos Malos, como ciclones y tornados; Tiembla Tierra, que es la fuerza espiritual de los movimientos sísmicos, terremotos y temblores de tierra; o Ngonda, que es la Luna. 

¿Pero quien es realmente Nkuyo y porqué le llaman Lucero?

En las antiguas culturas y lenguas bantúes, el vocablo nkuyo se refiere a cualquier figura antropomórfica que albergue a un nfumbe o fuerza espiritual. Sin embargo, durante el período colonial español en el que fueron llegando a Cuba los bantúes para trabajar en sus campos de caña, el vocablo nkuyo fue cobrando protagonismo en el mundo mágico de los esclavos y de sus descendientes; del cual nació el culto afrocubano del Palo Monte. En nuestras reglas congas o de Palo Monte; síntesis y adaptación criolla de varios cultos africanos a la realidad del Nuevo Mundo que ha seguido evolucionando desde entonces independientemente de la suerte corrida por la cultura bantú en Africa; a cada mpungu o fuerza superior de la naturaleza le corresponde una matari o piedra que es capaz de contenerla. Antes que residir en cualquier recipiente o forma que le den los humanos, los mpungus habitan en piedras; cómo la piedra de rayo que alberga la fuerza de Sabranu Nsasi o las piedras de mar y de río que contienen a Kalunga y Chola Wengue, respectivamente; ¿pero cuál es la verdadera matari de nuestro Nkuyo, al que llamamos Lucero?

Para muchos paleros influenciados por las reglas Yoruba, Nkuyo corresponde al Eleggua de Osha o al Éshu de Ifá, y lo ven cómo a un nfumbe que cobró fuerza en el Monte y ronda los caminos de las personas; cómo los güijes o jigües, chichirikús, kini kinis y demás entidades traviesas y a veces malvadas que espían y trastocan la vida de los humanos y que suelen simbolizarse antropomórficamente; es decir, con formas de rostros o figuras que recuerdan a los humanos. Pero mientras Nkuyo se sincretizaba con Eleggua en algunas partes de Cuba, en otras; sobre todo en el campo; se le asociaba más con el Lucero del Alba que precede al amanecer; cuyo espíritu o fuerza mágica se considera muy poderosa en muchas culturas. Astronómicamente corresponde al planeta Venus, cuyo reflejo puede verse desde el campo a esas horas; pero eso no lo sabían los antiguos brujos afrocubanos y asociaban fonéticamente la entidad Lucero con la entidad Lucifer. Lucero Madrugá era para ellos como el rostro luminoso y extraño de cierto avatar del Diablo que logra asomarse al mundo por la pequeña rendija temporal que deja La Luna al retirarse y dar paso al Sol cada día, y con con el que se puede “hablar y trabajar”; siempre que se le busque sin miedo y de corazón.

En algún momento entre finales del siglo XIX y principios del XX se fundieron en Cuba los cultos a esas dos entidades -el Nkuyo que habita en una matari de un cruce de caminos o de un bibijaguero en el monte, con el Lucero Madrugá o espíritu diabólico que se adoraba en el campo y cuya matari es un fragmento de meterorito-, en una sola: Nkuyo Lucero. Nkuyo es un espíritu de Tierra y Lucero uno de Aire; ya que viene del cielo; pero ambos se representan con formas que recuerdan un rostro humano, poseen un carácter caprichoso y a menudo malvado que recuerda a un niño travieso y conocen y dominan los caminos de las personas, ya sea en la tierra o desde el cielo. Eso explicaría cómo pudieron fundirse dos entidades de Elementos tan opuestos y el origen de la confusión sobre los diferentes artefactos y entidades mágicas llamados Nkuyos y/o Luceros en la actualidad; cómo los Ndundus, Guardieros o Luceritos que protegen las casas y negocios; los Lucero Guías que protegen la nganga en algunas reglas o casas de Palo Monte; el Cuatro Vientos que cuelga y gira sobre la nganga y los 21 diferentes Caminos de Nkuyo Lucero Nganga o de Fundamento.

La Magia no es una ciencia exacta; en ella no existe una sola verdad, sino muchas y por esa razón cada brujo puede tener un librito o técnica diferente al de los demás y aún así obtener éxito en sus obras. Yo tengo coronado Eleggua en Ocha, poseo Éshu de Ifá, fui rayado sobre Lucero y Sarabanda hace treinta años, tengo un Nkuyo Ndundu, un Cuatro Vientos y un Fundamento o nganga de Lucero y he dedicado bastante tiempo a investigar sobre esta escurridiza entidad que guía mis pasos; por lo que me atrevo a ofrecerles mi interpretación personal sobre las principales prendas de Nkuyo Lucero; sus cargas, montaje, firmas y métodos de consulta y trabajo que yo empleo con ellas. Ojalá este tratado aclare sus dudas sobre este tema y les sea tan útil como a mí.

Nkuyo Ndundu, Guardiero o Lucerito: Ndundu o nfumbe benéfico o protector que habita en matari de cruce de caminos o bibijaguero del monte y se monta en nkuyo o figura antropomórfica de madera, arcilla o cemento, como una figura de madera de pie o un rostro de madera o cemento en una pequeña vasija de barro. No lleva matari de meteorito, pero lleva rastro del Fundamento de Lucero del cual nació, que sí contiene una piedra de meteorito. El ndundu de Lucero es, por tanto, un nfumbe benéfico o positivo consagrado al mpungu Lucero, que se mete en un nkuyo y se le entrega a los ahijados del Tata para proteger sus hogares y negocios; un espíritu de Tierra consagrado a un mpungu de Aire y a la protección de un individuo en particular. 

Además de la matari y rastro del tronco del que nació, el Lucerito lleva en su carga un imán hembra, un espejo, azogue, corazón de gallo, cuatro monedas, limallas o fragmentos de oro, plata, hierro y cobre; cuarzo, 4 peonías, corojo, ntoto de bibijaguero, cruce de caminos, mercado, iglesia, hospital y policía; Ébano Carbonero, Jiquí, Palo Tocino, Tengue, Abrecamino, Palo Caja y Guara ( 7 palos de Lucero, que pueden variar según el camino de la persona ); ngandos de perro, ratón, cocuyo, carpintero, cigüeña, lechuza y la foto del dueño del Lucerito con sus datos escritos por detrás y algún rastro suyo, cómo uñas o un mechón de pelos, sobre la firma de Nkuyo Lucero Ndundu pintada en blanco sobre tela roja. Se comprime la carga en la tela formando un makuto que se enrolla y aprieta con hilo negro por fuera. Se consagra en mamba de 14 yerbas de Lucero y se le hacen sacrificios de un gallo negro y una paloma blanca y ofrendas de malafo y nsunga. Se deja tomando sombra de la nganga rodeado de 4 velas rojas, hasta que se seca y luego se introduce en el nkuyo de rostro o figura asignado. Se sella el fetiche con cera de abejas y un espejo y se le ofrenda un gallo o pollo, malafo y nsunga. Por último se consulta con cuatro chamalongos que fueron consagrados previamente con la misma mamba y menga que la carga, sí todo está bien. Se deja al fetiche tomando sombra de la nganga hasta el día siguiente y ya está listo para ser entregado.



Nkuyo Lucero Guía: Es muy parecido a un Ndundu o Lucerito en cuanto a forma y tamaño. Su recipiente puede ser un fetiche o muñeco de pie o un rostro con dos caras en una vacija de barro. Lo que cambia es la carga. Dependiendo del camino de la nganga, los palos pueden ser Jiquí, Tengue, Corojo,  Palo Diablo, Abrecamino, Ébano Carbonero y Palo Torcido. También lleva rastro de la nganga y el nfumbe se instala en una matari de cruce de caminos del monte, con ngandos de perro, lechuza, mayimbe, loro africano, gallo, jutía, lagartija o salamandra, ciempiés, gusano de tumba, cocuyo y escarabajo. Lleva ntotos de montaña, de monte o bosque, del llano o sabana, de cruce de caminos, de orilla de río y del mar y de cementerio. Lleva hueso de nfumbe, lengua de gallina atravesada con un alfiler, imán hembra, espejo, azogue, cuatro clavos de hierro y cuatro monedas de plata. La carga se envuelve en tela negra con la firma del Nkuyo Lucero Guía pintada en rojo sobre la firma de la nganga pintada en blanco y se le ofrendan un gallo, chamba, malafo y nsunga. En la imagen se muestra como ejemplo la firma de Nkuyo Lucero Guía sobre un Sarabanda:



Cuatro Vientos: La carga de esta prenda va en una güira que cuelga sobre la nganga. Sí la misión del Lucero Guía es proteger el Nso Nganga y todo lo que sucede en él, desviar la mirada de los curiosos y guiar las obras en la Tierra; el Cuatro Vientos orienta en el plano astral a los nfumbes para que puedan localizar a sus objetivos, aunque no se conozca el paradero y se carezca de rastros de la víctima. También, cuando gira sin mediar corrientes de aire, avisa al Tata de la presencia de nfumbes, nfuiris, mpungus, karires y otras entidades en el Nso Nganga.

Lleva matari de meteorito, ntotos de cráter de meteorito o de cima de montaña, de monte, de cementerio y rastro de nidos de aves y de la nganga; ngandos de nfumbe de la nganga, de mayimbe, murciélago, águila, halcón, lechuza, búho o sijú, carpintero, loro africano, gaviota, golondrina, cigüeña, cuervo, gorrión, ruiseñor, pavo real, distintos tipos de palomas y zun zún o colibrí. Se corona con plumas de diferentes aves y/o alrededor de la güira se colocan plumas de mayimbe en forma de cruz. Se consagra con mamba de 21 yerbas y se le ofrenda un gallo negro, una gallina de Guinea, una paloma blanca y chamba, malafo y nsunga. El Cuatro Vientos se baja del techo o del árbol del que cuelgue hasta la altura de la cintura, más o menos, sin nunca tocar el suelo, para alimentarlo cuando come la nganga. La firma del Cuatro Vientos se pinta de blanco sobre la firma de la nganga en azul, en el fondo de la güira y en su centro se coloca la matari rodeada por cuatro monedas de plata y encima los ntotos y el resto de la carga. En la imagen se muestra de ejemplo el Cuatro Vientos sobre la firma de un Sarabanda:



Lucero Nganga o de Fundamento: Actualmente se dice que este mpungu tiene 21 Caminos, pero eso se debe a 21 prendas legendarias de las cuales descienden la mayoría de los Luceros modernos. Por imitación y tradición se siguen montando fundamentos de Lucero con esos 21 tratados que sobrevivieron a su tiempo, pero eso no quiere decir que a cada hijo de Lucero le corresponde obligatoriamente uno de esos caminos, cómo creen muchos religiosos influenciados por la liturgia yoruba. En el Palo Monte más puro los hombres no son hijos de los mpungus, como en la santería y las ngangas se van conformando a partir de los poderes y elementos con los que se cuente. Sí el brujo encuentra una piedra de rayo, montará un Fundamento de Nsasi y le llamará 7 Rayos o algo parecido; en cambio, sí se encuentra un fragmento de meteorito, montará con él un Lucero. Cada mpungu posee poderes diferentes y el brujo puede trabajar con todos ellos. Sí se decanta más por unos que por otros es por suerte, necesidad y experiencia; no porque su camino esté marcado de antemano en algún signo.

Lo que sí no puede faltarle a un brujo para funcionar es un nfumbe con su kriyumba; que es su matari. Atrapar, convencer o pactar con un nfuiri o difunto reciente es la piedra angular del Palo Monte. Sin un nfumbe inteligente, estable y amoldado a las características y necesidades del Palo Monte; que ejerza de mayoral de otros nfumbes y de intermediario entre el brujo y los mpungus, karires y demás entidades superiores; ninguna nganga puede caminar. El nfumbe son las manos, ojos y lengua del Tata en el Astral; su embajador en el más allá.

Una buena nganga es como un micro mundo donde están representados todos los elementos y fenómenos naturales, formas de vida, lugares y caminos del mundo que abarca su dueño. Un buen Fundamento lleva a un nfumbe principal o mayoral en su kriyumba y varios nfumbes secundarios a su mando ( los cuales se contienen en mpakas, frascos sellados, pequeños huesos o rastros e incluso en fotos e los difuntos ), como Ndokis y Ndundus, para hacer el mal o el bien, respectivamente. Los nfumbes por sí solos poco pueden hacer en el mundo de los vivos, ya que carecen de materia y por eso necesitan los poderes de plantas, animales, astros, elementos y fenómenos naturales para fortalecer y dar cuerpo a sus trabajos. El nfumbe es como la mente o cerebro de la nganga, mientras que los restos de palos, semillas, tierras, minerales y animales vienen a ser su cuerpo. Esos elementos -ntotos, nkunias y ngandos- corresponden a diversos tótems o mpungus que el brujo puede invocar con la ayuda de su nfumbe. Entre todos esos mpungus siempre hay uno que trabaja mejor con cada Tata; ya sea por empatía espiritual o porque la matari que lo contiene es más fuerte que las demás o camina mejor que las otras en determinada zona geográfica o ámbito social; y que se convierte en el Aliado, nsambe o mpungu de cabecera del ngangulero. Su matari se amarra con la kriyumba del nfumbe principal para fundir ambas entidades en una nueva y más poderosa y eficiente: Nkisi.

Es decir, que todo Fundamento alberga a un Nkisi formado por un nfumbe y un mpungu en particular, aunque lleve elementos de otros nfumbes y mpungus, que quedan subordinados al Nkisi. El nsambe de cada Tata, por tanto, no se averigua con total seguridad hasta que termina de montar y configurar su prenda. En el Palo Monte, a diferencia de la Santería, la iniciación no consiste en asignar y colocar un santo, orisha o mpungu en la cabeza del neófito, sino en rayar la piel del que se inicia, para que pueda comunicarse con los muertos. Las heridas se rellenan con mpolos de nfumbe y, a su vez, su sangre se le entrega a los muertos para sellar el pacto con ellos. El rayamiento es un pacto con los nfumbes, no con los mpungus; el primer paso hacia el dominio de la brujería. Los nfumbes servirán de guías al palero en el Astral hasta que encuentre uno que quiera pactar con él permanentemente. Un Aliado. Sólo entonces y no antes, el pino nuevo empezará a recolectar diferentes ntotos, nkunias y ngandos; hacia los cuales le irá guiando el nfumbe.

A través de la Gran Obra que es el montaje de una nganga, no solo se conforma el carácter de la prenda; también lo hace el carácter del brujo. Por eso el vocablo nganga se refiere lo mismo al recipiente del nkisi que a su dueño. Nganga es la unión o sociedad entre un ser humano vivo y un Nkisi. Cuerpo y objeto forman una sola entidad más poderosa que un hombre y un nkisi: la Nganga. En algún momento del proceso de montaje, el nuevo brujo descubrirá  el mpungu con el que mejor se lleva y lo convertirá en su Nkisi. Los registros y augurios previos pueden orientar al ngueyo en su búsqueda de un nsambe o mpungu de cabecera, pero no son definitorios. Imagínense, por ejemplo, a una persona que al rayarse le sale que es hija de Kalunga y recibe un Fundamento de ese mpungu; pero resulta que vive y trabaja en una zona desértica y sin costas. De poco le va servir una cazuela de Madre de Agua en esas circunstancias; salvo para escapar de ese lugar. Sí el mpungu que conforma el Nkisi de una prenda se halla muy lejos de su Elemento, no podrá caminar correctamente o lo hará débil y lentamente.

Eso explica porque muchos paleros que creen ser hijos de tal o más cual mpungu terminan montando una nganga diferente a la de su nsambe; como un hijo de Tiembla Tierra o de Kalunga, por ejemplo, que acaba manejando un Sarabanda o un Siete Rayos porque se le da mejor. Amarrarse al mpungu correspondiente al signo que nos haya salido en los registros es como usar ropa confeccionada por tallas; puede funcionar y hasta ser cómoda, pero nunca será lo mismo que llevar ropa a medida. De hecho, no habían signos en el Palo Monte original. Los signos del Palo Monte surgieron en la segunda mitad del siglo XX y son el resultado de la recopilación y ordenamiento de libretas y tratados de antiguos y prestigiosos Tatas; pero no constituyen una regla sagrada que los ngueyos deban tomar al pie de la letra. Los registros abren diversas puertas, pero sólo nosotros podemos cruzarlas.

Dicho eso les explicaré cómo montar un Fundamento de Lucero en general, sin concretar su camino; como los antiguos Luceros de mayombe:

El recipiente original es una cazuela de barro cocido rojo oscuro, pero también se puede montar en un caldero de hierro con una tela roja envuelta alrededor de la parte superior, para distinguirlo de un Sarabanda. En el fondo se pinta la firma del sello en blanco, cómo se muestra en la imagen y en su centro se coloca la matari de Lucero con una falange u otro hueso o fragmento del muerto entizado con hilo rojo a la piedra y rastro ( cabellos, uñas o sangre y los datos y/o foto ) del dueño de la prenda. A su alrededor se colocan una vela blanca y 4 monedas de plata formando una cruz y se sacrifica un pollo negro encima y se ofrenda malafo y abundante humo de nsunga. Se deja hasta que la vela se extinga y su esperma selle el fondo con el pacto entre vivo, muerto y mpungu. El cabo de vela y el de tabaco usados en el sello deben dejarse dentro de la cazuela.



Sobre el sello se va colocando el resto de elementos de la carga; primero los ntotos, tierras o rastros de cráter de meteorito o cima de montaña, cueva, cruce de caminos y bibijaguero del Monte, cultivos en llano, cementerio y tumba del nfumbe, iglesia, mercado, edificio de gobierno, juzgados, estación de policía, cárcel, hospital, forja o fábrica, banco, universidad o colegio, prostíbulo, museo o teatro, puerto, aeropuerto, orilla de río y de mar; y después las semillas, minerales y ngandos. Lleva semillas de ojo de Buey, mate, corojo, peonía, coco y frijol de carita; gusanos y bichos de tumba, lombriz, ciempiés, alacrán, musaraña, escarabajo, cocuyo, caracol de tierra, camaleón o salamandra, hormigas bravas, avispas, sapo, jutía, almiquí, sapo y araña; limallas de oro, hierro, acero, cobre, bronce, estaño, zinc, niquel y plomo; piedra imán, mercurio, azufre, coral rojo y negro, ónix, cuarzo y calcedonia o jaspe rojo ( lo ideal sería tener un rubí ), una perla de mar y su concha. Encima lleva la kriyumba o cráneo del nfumbe, un cráneo de perro, una cabeza de búho o lechuza y otra de mono, sí es posible; rodeadas por cornamenta de distintos animales; como cabra, gacela, toro y venado (cuerno de elefante o rinoceronte sería genial, pero no es fácil conseguirlos ). 

En los bordes del recipiente se clavan los 21 palos -Amansa Guapo, Para Mí, Palo Bronco, Palo Caballero, Cambia Voz, Palo Diablo, Guayacán, Jiquí, Palo Malambo, Palo Moro, Palo Negro, Ébano Carbonero, Palo Ramón, Tengue, Palo Tocino, Palo Torcido, Quita Maldición, Siguaraya, Ácana, Cayajabo y Palo Caja- que se coronan con plumas de múltiples aves -mayimbe, lechuza, búho o Sijú, gaviota, cigüeña, halcón, carpintero verde y real, zun zún o colibrí, perdiz, tórtola, sinsonte, gorrión, loro africano, catey, cotorra, pavo real, urraca, cuervo, totí, tocororo, guacamayo, bijirita, gallo fino, pitirre, golondrina, ruiseñor, garsa, etc- y se inclinan hacia el centro formando un cono de palos coronado por un gran mechón de plumas. Se completa la prenda con una cadena y una tela roja enrollada alrededor de la cazuela, de la que cuelgan garras y colmillos de algunas fieras; como perro jíbaro, jabalí, zorro, coyote y cocodrilo. También se le pone una herradura de caballo, un clavo de línea, un machete corto o cuchillo y un garabato de guayabo; cómo se muestra en la imagen.



Una vez concluido el montaje, se le ofrenda un chivo virgen negro o tres gallos negros y una paloma, chamba, malafo, vino tinto y nsunga y se entierra envuelta en paño negro o rojo al pie de un árbol grande y frondoso del monte. A los 7 días se desentierra y se le da entrada en su Nso o cuarto de nganga con manteca de cacao y de corojo, un gallo negro y una paloma, chamba, malafo, café y nsunga y se le consagran 4 chamalongos con mamba de 21 palos y yerbas, malafo, fula y menga de los sacrificios; para consultar y comunicarse con el Nkisi.

La mpaka de Lucero va en cuerno de gacela o de cabra y se monta antes de ser enterrada la prenda, con rastro de cada elemento de la misma, corazón de gallo, azogue, falange o fragmento de hueso del nfumbe, imán, rastro del Tata y una salamandra o camaleón vivo. Se sella con cera de abejas y un espejo y se consagra con mamba de 21 yerbas y palos y las ofrendas y sacrificios a la nganga antes y después de enterrarla. La firma de su montaje se dibuja con grafito en papel estraza y del otro lado se dibuja la firma de la prenda; se coloca en el centro del papel el hueso del nfumbe y el rastro del Tata y se doble tres veces formando un paquetico triangular, que se introduce en el fondo de la mpaka, antes de cargar el resto de elementos. La mpaka es como una mini nganga o nganga portátil que sirve para trabajar con el Nkisi cuando el Tata se encuentra lejos de la prenda. También se usa para “ver” el aura de los consultantes y descubrir ndokis o espíritus oscuros.












1 comentario:

Dakkelkura dijo...

Cuales son los varios lucero en donde se montan?