
Originalmente, nkisi significa espíritu que habita en una figura de madera con carga mágica en su interior. Los brujos bantú( kongos, kikongos, etc ) tenían que recorrer a pie grandes distancias a través de selva, desiertos y sabanas, por lo que sus prendas o secretos mágicos eran _y siguen siendo así en muchos lugares de África, donde se mantienen intactas la caza y la recolección como medios fundamentales de subsistencia_ pequeños y ligeros, para cargar con ellos con facilidad y poder emplearlos en cualquier lugar o momento en que fuera necesario.

El nuevo culto criollo, tejido con los retazos de cultura bantú que fueron llegando a las ciudades y poblados de Cuba y mezclado con elementos yoruba, católicos, espiritistas, masónicos, de chamanismo indígena y magia negra europea, al que llamaron Reglas Congas o Palo Monte, se centraba en la nganga, y los nkisi fueron desapareciendo poco a poco de su liturgia, hasta convertirse en los legendarios kini kini, que pueblan la mitología popular afrocubana, en los que se funden características de distintas entidades, como los güijes de los aborígenes, los éshus y chichirikús de los yoruba y las imágenes de bulto de la tradición católica.
La mayoría de los viejos nganguleros cubanos que poseen algún nkisi o kini kini recibido o heredado de algún viejo congo, no conocen el secreto de su montaje y consagración, y me consta que algunos ni siquiera saben trabajar con ellos, pese a que lo disimulan muy bien. Si cualquier ngueyo les pide información al respecto, chocan contra un muro de misterio y evasivas. El único nkisi que ha sobrevivido en las reglas de palo monte, es Nkuyo, una mezcla criolla entre un nkisi de madera y la base de barro y cemento, con cauris y plumas, de los eshus yoruba.
Gran parte de los paleros actuales solo saben hacer lo que han aprendido como papagayos de sus padrinos, pues no les han enseñado a "pensar mágicamente" por su cuenta y por eso, si no tienen la libreta o tratado de una obra o ritual determinado, les resulta imposible llevarlo a cabo. Esa es la razón de que los kini kini se hallan extinguido de la magia afrocubana…, casi por completo.
Sin embargo, la rueda del tiempo sigue girando y todas las cosas en algún momento vuelven sobre sus pasos. Las condiciones y necesidades de los brujos y brujas modernos han vuelto a cambiar. La inestabilidad económica, social y/o política que se vive en gran parte del mundo ha provocado este fenómeno mundial de emigración, que a todos afecta directa o indirectamente, que está creando nuevos modos de vida parcial o totalmente nómadas, empujándonos a vivir siempre ligeros y prestos a partir, como nuestros ancestros kikongos. Las prendas mágicas portátiles, como las ngangas montadas en güiras, cocos y calabazas con tapa, las mpakas y los kini kini, vuelven al centro de atención de muchos nganguleros modernos que llevamos una vida bastante más movida que la de nuestros abuelos brujos, que nacían y los enterraban en la misma hectárea de tierra.


A los kini kini se les asocia con lo diabólico o con güijes( duendes ) y espíritus traviesos, pues son entidades generalmente peligrosas y diferentes e independientes de los mpungus, orishas y santos, aunque es cierto que se pueden "cruzar" con determinados tótems y/o divinidades, como es el caso de Nkuyo Lucero, de los Ndundu Kalunga( guardieros que se colocan delante de algunos fundamentos de Madre de Agua ) o de Nkuyo Ndoki( el kini kini negro que se cruza con Ndoki, el mpungu de las malas artes, que es uno de los karires o demonios del palo monte, junto a Lukankasi, Lugambé, Kadiampembe, o con Centella Ndoki, mpungu femenino criollo que nace del sincretismo briyumba con el Ánima Sola, la orisha Oyá y algunas ramas de prendas de yayis o madres nkisi famosas por su bravura, como Manga Saya y Centella Sácara Empeño ).

Que los los kini kini se fabriquen en madera, nos demuestra el protagonismo que poseen los poderes y virtudes de las nkunias en las reglas de palo monte. No se talla un kini kini en cualquier madera, sino en aquellos palos que posean los poderes y virtudes adecuados para el tipo de forma que se le quiere dar al espíritu. El cocuyo, el jobo, el palo moruro, el palo ramón y el sabikú son algunos de los palos más utilizados en Cuba para tallar un kini kini, pero en principio, cualquier nkunia poderosa, de monte( no de jardín o parque ) y cuya madera sea tallable, es válida para hacer un kini kini. Los diferentes nkuyos o kini kini cruzados con mpungus, se tallan en palos propios del mpungu en cuestión, que reúnan propiedades afines al uso que se le dará( ver BUEY SUELTO 7: Nkunias, Nfitas y Musangas. El uso de los palos, bejucos y yerbas en la brujería afroamericana. ).

En los kini kini blancos, los clavos y metales simbolizan cada exorcismo, rompimiento, sanación, o trabajo de bien y evolución espiritual realizados; en los rojos indican los trabajos de avance y crecimiento en el plano terrenal, para éxito material, profesional, sexual, etc; en los kini kini negros o ndokis significan las obras de hechicería y los ataques lanzados contra zonas del cuerpo en específico y los órganos, funciones y características con los que se relacionan, siguiendo el mismo principio simpatético de los pequeños muñecos o fetiches cargados con rastro de personas que se emplean para trabajar objetivos a distancia, en el vodú y en el palo monte, principalmente.

El secreto o carga mágica de los kini kini se introduce en cavidades talladas en la base de la figura; añadidas a la zona abdominal con arcilla y/o cemento, formando una protuberancia cilíndrica _de simbolismo fálico y viril, en ocasiones_; jolongos de tela de saco o cáñamo que se atan a la espalda del fetiche, o en pequeñas calabazas que se cuelgan de los hombros, en bandolera. La carga lleva el sello del pacto o tratado y rastro o tierra del lugar donde fue hallado el espíritu, hueso de muerto, si es nfuiri, o de ngando, si pertenecía a un animal.
El sello es un trozo de papiro, estraza o papel vegetal sobre el que se traza la patipemba del tratado _cuando se trata de kini kini cruzado con mpungu_ o la del pacto _que suele simbolizar algún aspecto de la naturaleza y/o carácter del espíritu en cuestión, más un elemento o variación de la propia firma del brujo_, cuando se trata de un nfuiri o entidad independiente. Sobre la firma se derrama menga del brujo y se mezcla con esperma de vela blanca, en representación del espíritu, y se bebe y se rocía con aguardiente y humo de tabaco, en comunión con la entidad. Después se recoge tierra o rastro del lugar( el ritual del sello, lógicamente, se realiza in situ, en el lugar donde se encuentra el espíritu. Introducirlo en el fetiche de madera, en cambio, se puede hacer en el lugar o más adelante, en el munanso ), se echa sobre el sello y se dobla hasta hacer un makuto apretado, que es lo que se mete en el interior del kini kini, junto al resto de la carga, cuyos ingredientes indica el tratado correspondiente( kini kini cruzado con mpungu ) o son comunicados por inspiración de la entidad( kini kini espiritual, libre o independiente ).
El muñeco de palo se consagra con mamba de 21, 14 ó 7 yerbas que lleve el tratado _en el caso de un kini kini cruzado, o que seleccione el mismo brujo, tratándose de una entidad independiente_, antes y después de albergar al espíritu en su interior.
Después de montado y consagrado el kini kini, se retorna al lugar donde se selló el pacto y se entierra durante 21 días, dándole un gallo, aguardiente y tabaco al espíritu y a Ntoto _la tierra:, antes de enterrarlo y luego, al desenterrarlo. De esta forma se produce la transmutación de la entidad en nkisi, durante esas tres semanas bajo la tierra que le es afín, en las que va asumiendo la forma del recipiente de madera, alimentada con materia( menga o sangre y demás ofrendas ) que le fija más a este, como una criatura gestándose en la cálida oscuridad del vientre materno. Al desenterrar el muñeco de palo, nace simbólicamente el kini kini a su nueva existencia como aliado del brujo. A partir de ese momento, se puede empezar a trabajar con él en cualquier lugar o circunstancia en que nos hallemos.
A los kini kini se les despierta y saluda con silbidos suaves y mambos, acompañados de golpes rítmicos de bastón o maraca, y se les da chamba, malafo y nsunga para desayunar. Los muñecos de palos presencian las obras que se hacen arriba o al pie de las ngangas, reciben parte de las ofrendas y sacrificios, escuchan bien las indicaciones del brujo, aprenden las firmas trazadas en el suelo o tablero y las peticiones y trabajos que se clavan a su cuerpo, olfatean los rastros y esperan la explosión de fula para salir disparados a cumplir la encomienda.
Como habrán podido deducir, para montar un kini kini cruzado con mpungu _como los nkuyos y ndundus que se consagran a determinados divinidades del palo monte_, es preciso ser tata, padre, yayi o madre y seguir los tratados correspondientes de la regla y munanso que le vio nacer al mundo de los espíritus. También es necesario estar debidamente consagrado y capacitado como brujo/a para montar un kini kini espiritual, pero sin tener que seguir ningún tratado específico, solo el modo básico de montaje que se explica en este artículo y las inspiraciones de la entidad en cuestión. Este es el método más común que se sigue en la fabricación de la mayoría de los kini kini de la regla del Buey Suelto o Camino del Brujo Solitario, aquél que no hunde sus raíces en la tierra, sino que las lleva por fuera, como el jagüey, cual musculosas piernas vegetales que le llevan por todo el mundo, igual que sus muñecos de palo.
Como habrán podido deducir, para montar un kini kini cruzado con mpungu _como los nkuyos y ndundus que se consagran a determinados divinidades del palo monte_, es preciso ser tata, padre, yayi o madre y seguir los tratados correspondientes de la regla y munanso que le vio nacer al mundo de los espíritus. También es necesario estar debidamente consagrado y capacitado como brujo/a para montar un kini kini espiritual, pero sin tener que seguir ningún tratado específico, solo el modo básico de montaje que se explica en este artículo y las inspiraciones de la entidad en cuestión. Este es el método más común que se sigue en la fabricación de la mayoría de los kini kini de la regla del Buey Suelto o Camino del Brujo Solitario, aquél que no hunde sus raíces en la tierra, sino que las lleva por fuera, como el jagüey, cual musculosas piernas vegetales que le llevan por todo el mundo, igual que sus muñecos de palo.