viernes, 14 de enero de 2011

Andrés Petit y la Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje


Navegando por los foros de Internet, a menudo me tropiezo con afirmaciones sobre la figura de Andrés Petit tan  erróneas como las que dicen que Petit era rico, que traicionó a Mayombe, que introdujo el crucifijo en el Palo Monte, que era un farsante o que la regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje es un invento. A continuación reproduzco algunas de las respuestas que he publicado en ciertos foros de tema afrocubano, en relación a dichas afirmaciones:

En primer lugar, Andrés Petit no traicionó Mayombe. A quién supuestamente traicionó fué a la sociedad secreta Abakuá por fundar una potencia para blancos y mestizos, cosa que estaba prohibida. Pero gracias a eso pudo sacar de la cárcel a muchos ecobios y salvó a la secta Abakuá de desaparecer, pues al incluir a blancos en su juego mejoró la imagen que se tenía de esa secta, que era duramente perseguida por la policía por el alto índice de delincuencia y criminalidad entre sus integrantes negros. Hoy en día todos los juegos Abakuá admiten blancos y mestizos y sus miembros honran la memoria de Petit.

Andrés Petit tampoco fué quién introdujo el crucifijo en el palo, eso lo fueron haciendo los paleros por si solos. Lo que sí hizo Petit fue incluir el crucifijo en el rito Abakuá y en la Regla Kimbisa, y no lo hizo por hipocresía, ni por engañar a los españoles, lo hizo porque el crucifijo es un elemento mágico que simboliza a Cristo, el cual fue un gran guía espiritual y taumaturgo, y al sumarlo a los demás elementos afrocubanos estaba añadiendo su poder a nuestros ritos para hacerlos más fuertes y universales. Y no escogió cualquier crucifijo, sino que utilizó el crucifijo en que aparece el Cristo mirando hacia arriba, que representa el momento de la pasión de Cristo en que le pide licencia a Dios para pasar al otro mundo, al mundo de los muertos. Ese aspecto de la vida de Cristo guarda mucha relación con el culto a los muertos tanto del palo como de Abakuá, porque Cristo sacrificó su vida por la del resto de los seres humanos, al igual que Mambe dio la suya para fundamentar el primer nkisi mayombe y la princesa sikán dio la suya para fundamentar el primer tambor de los Abakuá. Tanto el Palo Monte, como la santería, Abakuá y el cristianismo se basan en el culto a los muertos y por eso Andrés Petit incluyó a Cristo en nuestras creencias, para mostrarle, tanto a los negros como a los blancos, que no eran tan diferentes entre si y que todos eran cubanos, no africanos o españoles.

Además, Andrés Petit creía realmente en el mensaje de Cristo de bondad, caridad y fraternidad entre todos los humanos y por eso recogía lismona para los pobres, ayudó a sus hermanos presos y trató de que blancos y negros se llevaran bien; y no hay ninguna hipocresía en ello, porque los principios sobre los que edificó la regla kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje fuero los de ayudar a todo el mundo aunque no tuviera dinero y fuera de la raza que fuera. Kimbisa se caracteriza por sus trabajos de curación y desenvolvimiento y solo usamos el poder para dañar por defensa o justicia, no por capricho o egoísmo. Tal vez hoy en dia haya kimbiseros diferentes, pero originalmente la regla era así. En kimbisa metemos el crucifijo en la nganga para añadirle sus poderes benéficos cuando se realizan trabajos de curación y se retira para guerrear. Los que ponen el crucifijo boca abajo para trabajar con fuerzas diabólicas son algunos mayomberos, no todos.

Andrés Petit era abakuá, santero, palero, católico y masón y gracias a esa erudicción pudo tomar de cada religión las mejores cosas y desechar las malas para crear su propia regla: la regla kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje. Una regla que no era de españoles, ni de africanos, ni de esclavos, ni de blancos o negros, sino de hombres y mujeres libres y cubanos.

Que Kimbisa es un invento de Petit, es cierto; pero también Briyumba es un invento que mezcla palo con ocha y, sinembargo, funciona y es poderosa, al igual que kimbisa. Todas las reglas, incluidas mayombe, Abakuá y Ocha son inventos, porque fueron creadas por seres humanos, no bajó ningún dios del cielo para entregarnos las reglas escritas en tablas de piedra. La magia, en cualquiera de sus vertientes, ya sean africanas o europeas o de cualquier parte, es una ciencia y un arte fruto de la investigación y experimentación de nuestros ancestros, que se va renovando cada día con los aportes que cada nueva generación hace, en base a las nuevas circunstancias de su tiempo.

No existe una sola regla en Cuba, Brasil, Haití o el resto de América, que no se haya transformado desde que llegó al Nuevo Mundo proveniente de África. Todas sin excepción han experimentado el sincretismo y la fusión con las culturas indígenas, el cristianismo, la magia europea y las otras religiones africanas; y eso no las ha hecho menos fuertes o auténticas, sino todo lo contrario. Nada es absolutamente puro y original, todo culto o religión viene de alguna parte y eso es lo que los hace más auténticos y poderosos. La cultura bantú y la yoruba, por ejemplo, descendían del culto a los muertos de los antiguos egipcios y tenían influencias modernas de los musulmanes, mucho antes de salir de África para América.

Si Andrés Petit fué un farsante y un traidor por transformar la secta Abakuá e inventar la regla Kimbisa, entonces hasta el propio Jesucristo fué un farsante y un traidor por crear una nueva secta que difería y cuestionaba la religión del Viejo Testamento y decir que todos los humanos eran hijos de Dios, aunque no fueran judíos.

Tampoco es cierto que Andrés Petit fuera rico. Petit era hijo de una esclava, como se puede comprobar en su partida de nacimiento y al morir solo poseía algunas pinturas religiosas, poco dinero y ninguna propiedad inmueble, como se puede comprobar en su acta de defunción. Fué terciario de los dominicos y por eso tuvo la suerte de aprender a leer, escribir y cultivarse, lo que sin duda le permitió relacionarse con algunos criollos blancos. Fué un hombre prominente por su cultura y su sabiduría, pero nunca fue un hombre rico.

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