lunes, 8 de abril de 2013

BUEY SUELTO 4: El Ritual de los 4 Vientos

El ritual de los 4 Vientos es una ceremonia sumamente importante para el desarrollo de cualquier buscador de poder que se inicia en el Camino del Buey Suelto. Esta no debe ser realizada hasta tanto no hayamos visitado los lugares de poder de cada uno de los Cinco Elementos( Aire, Fuego, Agua, Tierra y Espíritu ), para que estos se acostumbren a nuestra energía espiritual y sepan reconocer nuestro rastro en cualquier parte. Si los Elementos no nos conocen, ya nos podemos desgañitar, que no acudirán a nuestro llamado.

De entre los lugares de poder visitados, debemos escoger aquél que más sea de nuestro agrado, donde nos hayamos sentido más seguros y cómodos. Puede ser una montaña, un bosque, un ojo de agua, una cueva, una playa, un cementerio, etc( ver http://palomontenegro.blogspot.com.es/2013/03/buey-suelto-3-en-busca-de-poder.html ). 

Debemos purificarnos mediante abstinencia sexual y ayuno para acudir a esta cita con los misterios primarios de la naturaleza. Esto es esencial para que nuestra energía espiritual se fortalezca y pueda elevarse por encima de nuestra materia, para poder percibir la llegada de los espíritus. Una abstinencia sexual de 7 días y ayuno de al menos 24 horas es lo más indicado, aunque para estar seguros, yo recomiendo que la primera vez ayunemos durante 72 horas. Contrariamente a lo que piensa mucha gente, los ayunos son muy buenos para expulsar toxinas y descansar nuestro organismo. El sistema digestivo es, después del cerebro, la parte del cuerpo que más consume energía, por eso cuando le dejamos descansar, nuestro cuerpo nos lo agradece y nuestro espíritu se fortalece con toda esa energía extra. Para soportar esos tres días de ayuno y no desfallecer, es aconsejable evitar los esfuerzos físicos o mentales, tratar de dormir y meditar mucho, y alimentarnos a base de infusiones energéticas naturales, como el guaraná y el ginseng y la jalea real; leche soya, miel de abejas, caldos de carne o pescado y mucha agua, en general. Cuando nos sintamos demasiado débiles, un poco de pan integral y fruta antes de acostarnos o en la mañana, serán suficientes para permitirnos continuar. Desde luego, si usted es una persona de cierta edad o presenta problemas de salud, debería ser menos drástico y llevar el ayuno con mucho cuidado.

Al lugar seleccionado para el ritual hay que llegar una hora antes del ocaso, o más, para que nos de tiempo a realizar los preparativos. Mi consejo es que la primera vez hagamos un ensayo el día anterior, ya que resulta realmente frustrante tener que suspender el ritual, luego de haber hecho tantos sacrificios, porque hayamos olvidado traer o preparar alguno de los elementos de la ceremonia. Y también debemos tener cuidado en elegir una noche de luna nueva o creciente, nunca menguante o llena, y revisar el parte meteorológico para evitar condiciones climáticas adversas, como mucho viento, frío o lluvia. El ideal para esta ceremonia es una tranquila y agradable noche de luna nueva o creciente, en primavera o verano.

Necesitaremos cinco mataris( piedras ) que hayamos encontrado en los lugares de poder visitados, correspondientes a cada uno de los cinco Elementos. Hay otros elementos que también sirven, como huesos, restos animales, semillas, cuarzos, palos, caracoles, etc, pero las mataris son mucho más resistentes y duraderas, características muy convenientes, ya que con ellas fundamentaremos más adelante nuestros nkuyos y nkisis o ngangas. Es decir, que necesitaremos una matari de volcán, de meteorito o que haya sido alcanzada por un rayo, para llamar al elemento Fuego; una matari de la cima de una montaña para llamar al elemento Aire; una matari del bosque, selva o monte para llamar a la Tierra, aunque también puede ser una piedra imán o un trozo de mineral de hierro; una matari del fondo del mar, para llamar al elemento Agua( las chinas pelonas o piedras de río, así como trozos de mineral de cobre o de oro, pertenecen a los ríos y ojos de agua dulce, que controla Chola Wengue, que es hija del Mar y de la Tierra y, por tanto, no pertenece a los 5 Elementos Básicos ); y una matari de Nfinda Ntoto o Campo Finda( cementerio ) que haya sido encontrada en un cadáver o tumba.

Con un cordel, de igual longitud que nuestra estatura, atado a un palo o estaca que clavaremos en la tierra, trazaremos un círculo al rededor de la estaca, tensando el cordel, en cuyo extremo ataremos otra estaca  u objeto punzante( madera, metal o piedra, nada artificial ) para dibujar el círculo en el suelo. El radio del círculo debe coincidir con nuestra estatura y el diámetro debe ser el doble. Esto es importante.

El surco del círculo debe ser relativamente profundo para que podamos rellenarlo con polvo de yeso blanco, harina de maíz, harina de ñame o arena blanca de mar o desierto. También sirven otras sustancias, como la cascarilla, pero sería un gasto enorme.

En el centro del círculo colocaremos una brújula( también podemos hacerlo guíandonos por el sol o las estrellas, pero resulta más difícil e impreciso ) y guiándonos por el Norte trazaremos una cruz perfecta que divida en cuatro el círculo, y en cada uno de los extremos colocaremos la matari correspondiente a cada punto cardinal: la piedra de Aire, al norte; la piedra de Fuego, al este; la piedra de Tierra, al sur; y la piedra de Agua, al oeste. La matari del cementerio, perteneciente al elemento Espíritu, se coloca en el mismo centro del círculo, después de retirar la brújula.

Junto o sobre, cada matari, colocaremos objetos o sustancias simbólicos de cada Elemento. En Agua colocaremos agua, en una copa o recipiente de cristal, metal, barro, madera o fibra vegetal, como un coco o güira; en Aire quemaremos abundante incienso, tabaco o hojas de salvia, cuyo humo simboliza y llama al Aire; en Tierra colocaremos flores, yerbas y frutos frescos y olorosos; en Fuego haremos una fogata con piedras y ramas secas del lugar; y en el centro del círculo, sobre la matari de Campo Finda, nos sentaremos nosotros, en representación del Elemento Espíritu, pues bajo el disfraz temporal de carne y hueso, solo somos espíritu.

Sin salirnos nunca del círculo, debemos cantar y danzar para atraer a los Espíritus de los Elementos, también conocidos como los 4 Vientos. Debemos estar atentos a la dirección por la que sintamos llegar los vientos durante toda la ceremonia, para poderlos identificar. El viento del Norte corresponde al Aire; el del Este, al Fuego; el del Oeste, al Agua; y el del Sur, a la Tierra. Si sentimos vientos confusos, como remolinos o que llegan por direcciones secundarias, como el Noreste, Noroeste, Sureste o Suroeste, se trata de espíritus de otra clase, pertenecientes a nfuiris, nfumbes, nkuyos o mpungus, principalmente. Tomemos nota mental de esos sucesos, pero en esta primera ceremonia de los 4 Vientos, no debemos distraernos con ellos, pues no son nuestro objetivo. Más adelante tendremos oportunidades de sobra para conocerles mejor y trabajar con ellos.

Qué cantamos y cómo danzamos, se preguntaran los lectores. En realidad eso no es importante, al menos en este primer encuentro, siempre que lo hagamos de corazón, entregándonos totalmente, hasta que el rumor de nuestra mente se acalle y caigamos en un semi-trance. Cada cual es libre de elegir danzas, movimientos y canciones de las tradiciones que más afines le resulten; ya sean de origen bantú, yoruba, arará, indígena o chamánico de América o Asia, hindú, Sufí, etc. Pero si no se saben ninguna canción y/o danza apropiada o no las dominan bien, no se preocupen, pues, en mi opinión, es mejor así.

En esos casos, debemos limitarnos a girar en sentido contrario a las manecillas del reloj( este es el sentido del mundo mágico o espiritual, mientras que a favor de las manecillas es el sentido del mundo racional o material ), con los brazos extendidos y las manos por encima de los hombros, con las palamas hacia el cielo, al igual que nuestro rostro( en dirección al cielo ), con los ojos semi cerrados o sin enfocar nada en específico con ellos. Toda nuestra atención debe estar dirigida a sentir los Elementos, a través de la piel, el olfato y los oídos, no de los ojos, y el ritmo al que giremos ha de ser constante, pero no excesivamente rápido, paro no perder el equilibrio.

Cantaremos sin palabras, emitiendo sonidos rítmicos y constantes, como una canción de un idioma desconocido. No se preocupen, las palabras vendrán solas, y cuando esto ocurra, no se asusten ni se pongan a pensar de dónde vienen, para no perder la concentración. Simplemente, respiren profundo y abran la boca para que el aire que inspiremos( Inspiración ) se transforme en energía musical y palabras mágicas al pasar por las cuerdas vocales y retornar a la noche y a sus dueños originales: los Espíritus Elementales que nos rodean.

Es esencial que estemos totalmente a solas en este lugar, apartados de la civilización y sin temor a ser interrumpidos u observados por nadie. Tampoco debemos contarle a nadie lo que vamos a realizar, ni el  sitio donde lo haremos. El secreto y la soledad aumentan el poder mágico. 

Danzaremos y cantaremos hasta que…, bueno, eso mejor no se los adelanto, pues, como decía el poeta cubano y Gran Maestro Masónico Jose Martí, "…hay cosas que para lograrlas, han de andar ocultas".

Hasta el próximo capítulo, queridos lectores y mpanguis; un saludo de kunanchila y que Nsambi acutare.